Para la cadena estadounidense de televisión ABC es un dilema casi sin precedentes: cubrir las noticias de la guerra contra Irak 24 horas al día, sin comerciales, o continuar con sus planes de transmitir mañana la lucrativa ceremonia de los premios Oscar. Esa es la pregunta que deben responder los ejecutivos de la cadena televisiva, mientras la guerra seguía adelante, anticipando que la poderosa ofensiva que los militares estadounidenses prometieron podría profundizarse muy pronto. La respuesta, al menos de acuerdo con varias personas involucradas de cerca con la industria de la televisión es que una breve posposición de la ceremonia no haría daño a nadie y podría ser vista por el público como lo correcto en tiempos de guerra. "La Academia (de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood) y la ABC tienen que hilar muy fino sobre lo que van a hacer", afirmó J. Max Robbins, un veterano editor de la revista TV Guide, y agregó: "La gente en la industria (de la televisión) está luchando con esto". ABC tiene previsto transmitir mañana, en vivo, la ceremonia de los premios Oscar a las 20.30 hora del este de Estados Unidos y los productores dijeron que esperan transmitirla completa, con sus usuales tres horas y media. Sin embargo, cancelaron la tradicional "alfombra roja" para la entrada de las celebridades antes de la ceremonia, optando en su lugar por algo mucho más modesto, sin el glamour usual de la ocasión. Irónicamente, algunos observadores pensaban que el show podría convertirse en una plataforma para las protestas políticas. Sin embargo, al no haber entrevistas en la alfombra roja y con las advertencias a los presentadores de no improvisar con sus puntos de vista políticos, los organizadores esperaban un programa no polémico. La ceremonia de los Oscar es presenciada anualmente por alrededor de 1.000 millones de personas en todo el mundo. ABC dijo que postergó definitivamente el programa anual de entrevistas a los artistas nominados realizadas por Barbara Walters. La periodista dijo en un comunicado que era inadecuado presentar el show en vista de los acontecimientos mundiales. No obstante, ejecutivos de la revista Vanity Fair dijeron que su famosa fiesta anual después de los Oscar se realizará, pero que no permitieron que los periodistas y camarógrafos entrevisten a los invitados a la llegada. "Seguimos adelante y, obviamente, estamos observando la situación momento a momento para decidir lo que haremos", comentó el portavoz de ABC, Kevin Brockman, aunque reconoció que la idea continuaba siendo que la ceremonia se transmitiera en vivo.
| |