Jill Serjeant
El estado de California asignó una unidad de la Guardia Nacional para proteger la entrega de los premios Oscar, mientras varias estrellas, entre ellas Will Smith y Cate Blanchet, desistieron de asistir a la ceremonia, alegando que éste no es un momento para celebrar. Varios de los invitados a la entrega de premios anunciaron que usarán prendedores de paz, palomas e incluso cinta adhesiva para protestar por la guerra en Irak. Pese a las críticas, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ratificó que por ahora planeaba seguir adelante con la ceremonia. Sólo aceptó cancelar el tradicional desfile de estrellas por la "alfombra roja" que precede a la ceremonia. Mientras tanto, las autoridades del California dijeron que asignarían una unidad de la Guardia Nacional a la fiesta, equipada con un laboratorio para examinar teléfonos móviles que puede detectar rápidamente una amenaza química o biológica. "Puedo decir que la ceremonia será tan segura como cualquiera de las anteriores", afirmó el gobernador de California, Gray Davis, al anunciar las medidas de seguridad en una conferencia de prensa, y agregó que las medidas de seguridad dispuestas para la velada garantizarán que la ceremonia no sea interrumpirá si surgen amenazas contra sus estrellas. "El valor para el Departamento de Policía de Los Angeles es que el laboratorio puede dar resultados en 30 minutos", enfatizó el gobernador, a fin de llevar tranquilidad tanto a los asistentes a la entrega de premios como a los habitantes de Los Angeles que temen que la ceremonia se convierta en blanco de un ataque terrorista. Smith, protagonista de la saga de "Hombres de negro", debía presentar un premio en la ceremonia y se retiró antes de comenzar la campaña de bombardeos estadounidense en Irak. "Se sintió incómodo de asistir y pidió respetuosamente que se le disculpara. No hay agenda, no hay discursos. Sólo se sintió incómodo de asistir", explicó su publicista Stan Rosenfield. El director finlandés Aki Kaurismaki, quien compite por el premio Oscar al mejor filme en lengua extranjera con "The Man Without a Past", anunció que se quedará en casa como protesta contra la guerra en Irak. Artistas Unidos para la Victoria sin Guerra, un grupo de más de 130 celebridades que hicieron campaña contra la guerra, produjo un prendedor especial de paz para el encuentro. Artistas como Dustin Hoffman, Julianne Moore, Jim Carrey, Ben Affleck, Michael Moore y Kirsten Dunst accedieron a usarlo en la noche de los Oscar. Otros piensan usar una paloma de la paz o un pedazo de cinta adhesiva en sus vestidos o trajes a fin de expresar su oposición a ataque a Irak. La cinta adhesiva se ha convertido en el símbolo de protesta tras recibirse con ironía el consejo del gobierno de comprarla para sellar temporalmente las habitaciones en caso de ataque químico o biológico. "La gente está buscando expresar sus sentimientos y emociones con dignidad", afirmó el productor Robert Greenwald, fundador de Artistas Unidos. Los organizadores de la entrega de los premios Oscar dijeron que habían decidido suspender la tradicional alfombra roja, donde las estrellas desfilan con sus opiniones y atuendos, porque muchas celebridades expresaron incomodidad con esa parte del espectáculo al comienzo de una guerra. Los organizadores desmintieron informes de que se había pedido a los ganadores que se callaran sus opiniones políticas en sus palabras de agradecimiento y se limitaran a la ceremonia en sí, pero esperan que los presentadores se ajusten al guión. Greenwald aseguró que no estaba enterado de ningún boicot masivo de estrellas a la ceremonia, si se celebra, y señaló que las celebridades, al igual que el resto de los estadounidenses, tratan de encontrar un balance entre la vida diaria y su respuesta personal a la guerra. El clima de incertidumbre que rodea a la entrega de los Oscar convenció a Celine Dion a posponer la ceremonia organizada para inaugurar su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard. "Dados los acontecimientos actuales no creo que sea momento de celebrar algo tan especial", explicó la cantante canadiense en un comunicado. La Academia anunció que sólo a una fracción de los 300 medios acreditados se les permitirá cubrir la ceremonia y que no se permitirá el ingreso de camarógrafos ni fotógrafos a la tradicional fiesta Governor's Ball. Los organizadores de las fiestas posteriores a la entrega de premios también revocaron los pases de prensa aludiendo que no querían exponer a las celebridades a dar sus opiniones sobre el conflicto armado.
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