Cuando Newell's volvió del vestuario para jugar el segundo tiempo, y mientras esperaba que Independiente retornara, Palos dialogó extensamente con Sebastián Domínguez y luego se acercó para hablar con Mauro Rosales. "Ellos me decían que estuviese tranquilo, que ya estaba, que ya había pasado todo. Pero cuando me acerqué a Mauro le pedí que haga un gol y que me salve de ese momento. Y Gracias a Dios lo hizo, ahora le voy a tener que hacer un regalo", argumentó el arquero.
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