A pocas horas de finalizados los festejos, María Fernanda Beldarrein, virreina nacional 2002, denunció la existencia de rumores que anticipaban el triunfo de la candidata de Godoy Cruz en esta edición, Anabel Molina. Después se sumó la denuncia de la soberana de Las Heras, Gisela Gaviola Bianchetti, quien aseguró que la flamante soberana ganó el cetro vendimial por "acomodo político". Esta situación convulcionó a los mendocinos y se reflejó en los días subsiguientes en los medios locales y nacionales. En ese contexto Beldarrein acusó a los dirigentes políticos de "utilizar a las soberanas departamentales" y de "jugar con las ilusiones de las postulantes". También propuso que en las próximas ediciones se permita el voto de turistas para otorgarle mayor transparencia. Actualmente el tradicional reglamento impone como electores a autoridades, invitados especiales y periodistas. Por otra parte, la Comisión de Reinas Nacionales de la Vendimia replicó con un duro comunicado en el que acusan a la ex virreina de "haber empañado la fiesta de los mendocinos". El sainete tiene aristas que alcanzan a funcionarios encumbrados del gobierno mendocino y amenaza con seguir durante mucho tiempo. Mientras tanto la decisión de las autoridades parece estar enmarcada en el silencio.
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