Pedro Squillaci / Escenario
Por estos días Fernán Mirás juega a ser gay. Su personaje en "Femenino-Masculino" es Alejandro, un homosexual que se ve obligado a compartir su departamento con Roberto (Gabriel "Puma" Goity), un tipo superestructurado que no sabe cómo encauzar su vida. "Hacer de gay es algo interesante para trabajar. Porque se desarrolla en medio de una sociedad cargada de prejuicios, y eso lo hace más atractivo", dijo Mirás a La Capital en una alto de las grabaciones del unitario que va los lunes a las 22 por el 9. Fernán ya está lejos de su personaje de Tanguito y de su romance con Cecilia Dopazo, que generaron un combo publicitario que lo llevó a la tapa de todas las revistas. Su carrera está más asentada. "Los actores de mayor experiencia me dijeron que el éxito de «Tango Feroz» fue una excepción", que no siempre se me iba a dar una cosa así", destacó. De cada actuación, Mirás sabe que podrá sacar un aprendizaje distinto, por eso también pone el cuerpo en cine y teatro. Está filmando una ópera prima "Ultima salida a ninguna parte", de Nicolás Tuoso, y desde abril volverá a las tablas con "De rigurosa etiqueta", escrita y dirigida por Norma Aleandro. "Lo que más me da placer es sentir que siempre hay cosas por delante", destacó el actor. -¿Te cuesta actuar de Alejandro, o te divierte? -Me divierte mucho, me gusta el personaje en sí como persona, más allá de su sexualidad. Y que sea gay es algo interesante para trabajar. -¿Te permite explorar algo distinto? -Desde ya, pero además porque es un personaje que vive en una sociedad prejuiciosa, como la nuestra, y eso hace que él se relaje más o menos según quien esté delante suyo. Y eso lo hace mas atractivo. No es lo mismo cómo actúa frente a una amiga o frente al Puma (Goity) o alguien que no conoce. -¿Habías actuado como gay alguna otra vez? -Sí, fue en "Atreverse", pero hace como diez años. Yo personificaba a un chico de 18 años, que sentía algo que no podía manejar, en cambio éste personaje el único conflicto que no tiene es su sexualidad. -¿Sentís que estás participando de una propuesta distinta a lo que se ve en TV habitualmente? -La verdad que sí. Creo que la idea es muy original ya desde el libro. Incluso el tipo de humor que usamos por momentos es directo, absurdo, o más sutil, y es interesante hacer creíble eso. Yo, cuando leí el libro, lo que sentí fue que Martín Seefeld y Federico D'Elía habían encontrado con "Femenino-masculino" un programa original en el género de comedia, así como antes lo habían logrado con su anterior producción, "Los simuladores", entre los policiales. -¿Creés que la gente digiere algunas cosas un tanto osadas del unitario, como por ejemplo la imagen de una mujer tocándole la cola a su pareja femenina? -Sí, yo creo que el mundo ha cambiado y la sociedad está un poco más abierta. En esa escena me parecía divertido porque se dio en el marco de una escena romántica, cuando estaban mirando el cielo y caía una estrella fugaz. Era un toque de humor que condice con el programa, que no es muy solemne. Otras veces, cuando una escena es dramática te encontrás con alguna cosa distinta enseguida. -¿No sentís que hay una tratamiento más respetuoso de la televisión hacia la homosexualidad? Por ejemplo, se vio en el caso de la pareja de lesbianas en "099-Central", o ahora en el gay de "Resistiré", que es Lupe, el hermano de Julia (Celeste Cid). -Puede ser, pero me parece que responde a una evolución social del mundo y la Argentina está incluida en eso. De todos modos, siguen existiendo prejuicios de todo tipo, y con los homosexuales también. Creo que el nuevo tratamiento que decís es más casual que otra cosa. -De todas maneras, excepto en los humorísticos, en la ficción se tiende a ridiculizarlos menos. -Es que antes se ridiculizaba porque no estaba madura la situación como para verlo de otra manera y hablar mas de eso. Creo que era un tema tabú en la TV. En cambio ahora, lo novedoso es que lo adaptan como un personaje más. -¿De qué manera trabajan con Goity el conflicto que existe entre los personajes? -Mirá, lo básico es que uno siente que el libro es bueno y eso te sostiene. Y después hay una cuestión que es muy del humor, y que tiene que ver con la química que hay entre los dos. Fuera del set, yo lo conocía poco al Puma y siempre nos reíamos de cosas muy parecidas. Lo que en general pasa es que estamos ensayando y el Puma mete cosas y me tengo que contener porque me tiento. Y eso también le pasa a él conmigo. -¿En qué momento estás de tu carrera actoral, cuando ya pasó el furor que viviste al filmar "Tango feroz" y fuiste tapa de todas las revistas? -Me cuesta definirlo y mirarlo de afuera. Hace doce años que trabajo y el tiempo hace que uno se tome con mayor tranquilidad un montón de cosas y entienda más el medio. Lo que mas me da placer es sentir que siempre hay cosas por delante, que son objetivos nuevos a alcanzar. Veo que el norte se me corre permanentemente, y eso me sigue atrayendo. -¿Actualmente se pueden elegir los trabajos actorales en medio de la crisis? -En este país es muy difícil elegir. Yo a veces puedo elegir más y a veces menos. Pero trato de pensar que la carrera es larga, y cada trabajo uno puede hacerlo bien o mal. De todos modos, creo que el hecho de haber trabajado mucho no significa que ya hice todo. -¿Te arrepentiste de haber actuado en "Chiquititas" y "Rebelde way", que rompiste con lo que venías haciendo y para muchos fue una desilusión verte allí? -No, en absoluto. Los actores grandes me habían avisado cómo es el medio, y eso me sirvió . En otros países hacés "Tango feroz" y capaz que te sentás a esperar guiones, no trabajás por cinco años y el próximo contrato es por varios millones. Los actores con más experiencia me dijeron que lo de "Tango..." era una excepción, que no siempre iba a poder estar en un trabajo tan cuidado y que ande tan bien. Eso lo entendí pronto y logré que no me preocupara tanto cuando me llegó lo de "Chiquititas". Yo sentí que había mucho que aprender y que estaba dispuesto a hacer el camino que haya que hacer. -¿Sentís que los actores se vuelcan a la producción televisiva debido a la escasez de trabajo? -A veces sí, y a veces por vocación de meter en la TV ideas que uno siente que no entran de otra manera. Así pasó con "Poliladron", con "Los simuladores", y con otros casos en que la tele se renovó. -¿Estas haciendo algo en cine? -Si, estoy filmando una película llamada "Ultima salida a ninguna parte", que es una ópera prima de Nicolás Tuoso, y actúan Mercedes Morán y Ulises Dumont. Es la historia de un pueblo en el cual, como pasó en los últimos 15 años, cerraron los ramales ferroviarios y cuenta qué le pasó a la gente que se quedó sin trabajo. -¿El cine es lo que más te gusta hacer? -No estoy seguro. Creo que no podría vivir sin hacer teatro. -¿Y ahora estás preparando alguna obra? -En abril reponemos "De rigurosa etiqueta", que está escrita y dirigida por Norma Aleandro, junto a Oscar Ferrigno, Carlos Portaluppi, Silvina Bosco y Verónica Pelaccini. -Qué te gusta y qué rechazás de la TV actual? -Básicamente los realities mucho no me gustan. Pero no miro mucha tele. Lo bueno es que hay mas ficción y eso es positivo para todos. -Cada vez hay mas televidentes que se interesan por la ficción. ¿Esto obedece a una maduración del televidente o a los guionistas, que hacen libretos cada vez más interesantes? -Creo que hay una razón económica, que es que las cosas de afuera son muy caras y eso genera que se produzca mucho más en el país. Y además, quiero creer que la gente se pudrió un poco de los realities, los talk-show y los programas de chimentos, se saturó la pantalla y ya no había nada interesante para ver.
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