El potrillo De Troy superó por 1 1/2 cuerpo a Don Indio, y de esta forma consiguió su primera victoria selectiva en el césped de San Isidro, en el marco del clásico Manuel Anasagasti. El vástago de Southern Halo evidenció buenas aptitudes para los cotejos de velocidad, venciendo de un extremo a otro -aunque también demostró que cuenta con una gran fragilidad en sus patas, siempre propensas a alguna lesión-, en un trámite bastante accidentado. Esto provocó que los profesionales hicieran oir sus quejas en contra de los largadores oficiales, y por reciprocidad también extensivo con los de Palermo. En un desarrollo reducido, De troy partió adelante y no tuvo muchos inconvenientes en traérselos a la rastra, a Don Indio y Union Lake, quienes sí largaron a un mismo tiempo que el a la postre ganador. Sin embargo, la superioridad del zaino de La Quebrada fue demasiado para sus ocasionales adversarios.
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