Emelec utilizó todas las armas en la cancha, y desde las tribunas, para vencer a River por 3 a 1 y mantener vivas sus chances de seguir en carrera en la Libertadores. ¿Los millonarios? No mostraron buen juego y las circunstancias extrafutbolísticas terminaron de sacarlo del partido. Cualquiera que escuchara que River se había retirado con una victoria al descanso podría haber pensado que lo hacía tras desplegar un buen juego, pero nada más alejado de lo que realmente pasó. Porque el protagonista de la etapa inicial fue Emelec, un equipo al que no le sobró nada en lo técnico-táctico pero que con valentía se impuso en el medio y arrimó más peligro que los millonarios. Sin embargo le faltó final y un error de su arquero posibilitó el injusto 1 a 0 parcial. Es que tras el estudio inicial con pacto de no agresión, se llegó a los 15' y los ecuatorianos casi abren el marcador con una trepada por derecha de Tenorio que tapó Buljubasich abajo. Ese andarivel de la cancha es el que aprovechó el local por la debilidad de Ricardo Rojas en la marca, al punto que cometió dos faltas graves y el árbitro lo mandó a las duchas. Pero al toque, el arquero local jugó para ellos en un córner al no usar bien los puños y se la dejó servida a Fuertes, que en el centro del área chica no desaprovechó el regalo. La derrota dejaba casi eliminado a Emelec y el técnico argentino Salvador Capitano mandó al equipo a buscar con todo la igualdad en la segunda mitad. Y en la primera jugada el palo se lo negó a un cabezazo de Caicedo y tampoco pudo Poroso en el rebote. Y como el local no podía, el árbitro le dio una gran mano inventando un penal de Zapata a Cuero que Pacheco transformó en el 1 a 1. Entonces Pellegrini puso a D'Alessandro para intentar emparejar el juego. Pero Ecuador fue el que supo aprovechar su chance y con gol de Rey a los 78' se quedó con el triunfo. Un tanto polémico porque en esa jugada Buljubasich recibió un golpe en el hombro (una petaca lanzada de la tribuna) que lo perjudicó en la reacción para tapar el remate. Y hubo más agresiones (ver aparte). Hasta que el partido pudo continuar, pero ya desvirtuado y River no pudo hacer nada por evitar la derrota. Es más, Tenorio aprovechó la desconcentración millonaria para marcar el 3 a 1 final.
| |