Nueva York. - Rusia y Francia anunciaron claramente que vetarán una resolución que autorice una guerra contra Irak en el Consejo de Seguridad, donde la tensión es extrema ante la proximidad de la votación del proyecto patrocinado por Washington, Londres y Madrid. De hecho, y ante el anuncio franco-ruso y la certeza de que hay muchas negociaciones aún no cerradas con los otros miembros del Consejo, la sesión, que estaba prevista para hoy, se postergó sin fecha fija. El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, advirtió por su parte que una guerra sin la sanción del organismo que preside carecería de legitimidad y violaría la Carta constitutiva de la ONU.
El presidente Jacques Chirac anunció en una transmisión televisiva que tomaron todas las cadenas principales de Francia, que su país votará "no" -lo que equivale a un veto automático- a una nueva resolución de la ONU sobre Irak "cualesquiera que sean las circunstancias". El tono firme y dramático de Chirac es una clara respuesta a la amenaza velada de Estados Unidos, que el domingo dijo a través del jefe de su diplomacia, Colin Powell, que Francia afrontaría "graves consecuencias" en caso de recurrir al veto.
"Francia no aceptará y por tanto rechazará" una resolución que autorice el uso de la fuerza contra Irak, advirtió el presidente francés, y estimó que según "la hipótesis más probable", la segunda resolución no cuenta con una mayoría en el Consejo de Seguridad. Esto haría que el veto se transformara en un simple "no", ya que ese mecanismo funciona para anular resoluciones que cuentan con los 9 ó más votos para ser aprobadas.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Igor Ivanov, indicó que su país también hará uso de su derecho a veto si se adopta la nueva resolución, y estimó que la pretensión estadounidense de imponer un régimen democrático en Irak estaba "condenada al fracaso". "Rusia ya ha dicho muchas veces y reitera una vez más que no puede apoyar una resolución de ese tipo", dijo Ivanov poco antes de partir rumbo a Teherán. "En caso de que la resolución sea presentada ante el Consejo, Rusia votará en contra", indicó Ivanov.
Se requieren nueve votos de los 15 integrantes del Consejo y ningún veto para que la resolución -que fija un plazo hasta el 17 de marzo para el desarme pacífico de Irak- sea aprobada.
Casi inmediatamente después de las declaraciones rusas se produjo la respuesta de Estados Unidos. El portavoz del mandatario George W. Bush, Ari Fleischer, indicó que "el presidente estaría decepcionado" si uno o varios países vetan la resolución.
Los anuncios ruso y francés terminaron de convencer a Washington y Londres de posponer la votación inicialmente prevista para hoy. La votación en el Consejo de Seguridad sobre el proyecto de resolución podría ocurrir en "dos o tres días", dio a entender el Departamento de Estado.
Ofensiva telefónica
"El voto tendrá lugar esta semana pero no puedo decirles qué día", aseguró por su parte Fleischer, quien precisó que Bush iba a multiplicar las entrevistas telefónicas con dirigentes de países miembros del Consejo de Seguridad pero también con "otros".
Bush se comunicó ayer con los líderes de China, Japón, Omán y Sudáfrica este lunes en una batalla para buscar el respaldo a la nueva resolución.
Mientras, Powell continuó su maratón diplomática, al llamar a altas autoridades de México, Pakistán y Angola y reunirse ayer con el canciller de Guinea, Francois Ousseynou Fall. Francia hizo lo propio al enviar de gira relámpago a su canciller, Dominique de Villepin, por los tres países africanos que son miembros rotativos del Consejo: Guinea, Angola y Camerún.
Tras la propuesta de Francia de que los jefes de Estado y de gobierno de los miembros del Consejo asistan a la sede de la ONU en Nueva York para votar el proyecto de segunda resolución, Fleischer indicó que Bush "no irá". El canciller alemán, Gerhard Schroeder, afirmó que iría personalmente a la sede de la ONU en Nueva York si otros jefes de Estado hacían lo mismo, mientras el presidente chileno Ricardo Lagos lo descartó por el momento.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, estimó que una intervención militar de Estados Unidos, sin el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU, "no estaría en conformidad con la Carta de la ONU". Si se toma la acción sin la autoridad del Consejo de Seguridad, la legitimidad y el apoyo para esa acción estaría seriamente deteriorada", advirtió Annan en una conferencia de prensa en La Haya. (AFP y Reuters)