La Patagonia argentina se ha convertido en un brillante refugio para los ricos y famosos extranjeros. La geografía salvaje muestra cientos de hectáreas con césped recortado, mansiones majestuosas. El financista británico Joe Lewis, con residencia en Bahamas y casas en Florida, no termina de edificar su estancia en Río Negro, a 100 kilómetros al sur de Bariloche.
Unos 2.500 metros cuadrados abarcan su estancia de sólo seis camas. El establecimiento cuenta con una piscina cubierta- con motores para nadar contra la corriente-, un simulador de golf y algunas comodidades más. Setenta personas trabajan para mantener las instalaciones, en el casco principal lucen alfombras, colchones persas, salas con Internet, sillones versallescos y valiosas obras de arte.
En el prolijo predio, no faltan las canchas de fútbol, hockey, vóley, un pequeño hipódromo y establos para criar cien caballos.
Lewis es propietario de las tierras que circundan al lago Escondido, lo cual significa que no se puede recorrer la zona sin permiso del hacendado. Esa situación ha provocado innumerables quejas, denuncias y causas que siguen sin resolverse.
Lewis dice que la provincia debe construir un camino para permitir el paso. De todas maneras, el millonario y su familia suelen utilizar un helicóptero privado para recorrer la zona o volar hasta el aeropuerto de Bariloche.
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La Ciudad
