El titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Carmelo Giaquinta, sugirió a la ciudadanía que en las próximas elecciones habría que "licenciar" a los "magos" de la política que con su "encantamiento despojaron al pueblo de su dignidad". Y no se quedó ahí también lamentó que los argentinos "hayamos depositado siempre excesivas esperanzas en las elecciones, como si de ellas, por arte de magia, pudiese surgir la salvación del país, sin importar el esfuerzo inteligente, cotidiano y tesonero que todos sin excepción habríamos de hacer para reconstruirlo". Giaquinta sostuvo: "Nos hemos dejado encantar por los candidatos y las autoridades electas que nos ilusionaron de muchas maneras. Con reuniones multitudinarias y con su lenguaje mágico: «Será un argentinazo», «Produciremos el salariazo»", puntualizó aunque sin identificar a los candidatos y políticos en cuestión. Reconoció, sin embargo, que "la ilusión mágica nunca dura mucho" y, como en el teatro cuando cae el telón, en el mundo político-social "tarde o temprano también termina", aunque ello no siempre signifique "despertar a la realidad". "Ha sucedido que cuando descubrimos que todo lo que hacían y decían los gobernantes era pura apariencia, nos enfurecimos y decidimos castigarlos, pero para que nos devolviesen al mundo de la ilusión. Antes, recurriendo a los golpes militares. Ultimamente, a los cacerolazos y al grito «que se vayan todos»", graficó el arzobispo.
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