Los casi 1.200 efectivos dispuestos para controlar la seguridad del clásico de Avellaneda transportado a Lanús no contempló puntos clave, como por ejemplo las principales estaciones de ferrocarril. La puja que mantuvieron la Policía Federal y la bonaerense por no hacerse cargo del enfrentamiento entre Independiente y Racing Club dejó algunos huecos muy notorios y peligrosos que, obviamente, terminó pagando la gente que nada tenía que ver con el encuentro. En efecto, ni sobre el andén de la estación de Lanús ni sobre los trenes se visualizó policía alguno, lo mismo que en las estaciones de Constitución y Retiro. En la primera estación la seguridad correspondía a la policía de la provincia, a cargo de este encuentro, pero las otras dos están bajo la órbita de la Federal, que no tenía "nada" que ver con el partido. Y por eso pasó lo imaginado. En Retiro se cruzaron hinchas de Racing con otros de River, mientras que en Constitución el choque fue entre los académicos y los boquenses que iban a La Plata para ver el choque conEstudiantes. Todo esto adornado con saqueos de arrebato a cualquiera que pasara por allí, si es que se había salvado cuando viajaba en el ex Ferrocarril Roca. La tranquilidad que se vio en los alrededores del estadio de Lanús contrastó con sus vías de acceso. Como para creer entonces que se podría haber controlado con eficacia el recorrido de las hinchadas hacia Mar del Plata. En los sectores aledaños al escenario del clásico se vivió un clima de tranquilidad, matizado por el entusiasmo de la gente de Racing y su fidelidad que resultan conmovedores. Esto se reflejó ayer al mediodía cuando los hinchas académicos arrasaron con las 12.000 entradas que les cedió Independiente. Los hinchas racinguistas llegaron a Lanús con el máximo de la motivación, aunque en su caso esto no es tan exitista como en otros clubes, porque se sabe que ellos siempre están "en las buenas y en las malas" como pocos. (Télam)
| |