Al margen de la coyuntura, entiéndase la lesión de Juan Pablo Cárdenas y la ausencia obligada por suspensión de Cristián Pino hasta la fecha de hoy, a Russo siempre se lo catalogó como un técnico con características defensivas. En un país acostumbrado a poner rótulos, el técnico de Central tiene colgado el cartelito desde hace bastante tiempo. Una situación que en ocasiones el DT se encargó de ratificar en los hechos. Sin embargo, ahora y con jugadores de muy buen pie, el entrenador canalla se la juega por un medio con tres volantes de características bien ofensivas (el mellizo Gustavo, Mariano Messera y Vitamina Sánchez). Salvando las distancias, y sin entrar en comparaciones, una estructura que se asemeja a aquel Estudiantes del 84, que era dirigido por Bilardo, y que salió campeón del Metropolitano y del Nacional. El mediocampo pincha en esos años: Marcelo Trobbiani, Miguel Russo, Alejandro Sabella y José Daniel Ponce. Un lujo para los ojos y un canto a la eficacia. El objetivo que persigue el entrenador con este dibujo táctico es lograr la posesión de la pelota a través del fluido manejo que puede lograr en la zona de gestación con Gustavo, Vitamina y Messera. Además Russo repite esta conformación que tan buenos dividendos le dio ante Lanús (ganó 1 a 0 con autoridad) y en La Plata, cuando se lesionó Cárdenas, el último domingo (ganó 4-0).
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