Roma y Washington. - El papa Juan Pablo II pidió ayer al mundo que realice todos los esfuerzos necesarios para evitar un "dramático nuevo conflicto para la humanidad", en referencia a la crisis de Irak, y pidió a los cristianos que ayunen y recen por la paz al comienzo del Miércoles de Ceniza, primera jornada de la cuaresma, día de paz. Durante la audiencia general de los miércoles en el Vaticano, el Sumo Pontífice se dirigió a los numerosos peregrinos reunidos y afirmó que todos, incluidos los líderes mundiales, deberían "asumir conscientemente su responsabilidad y hacer un esfuerzo común para ahorrarle a la humanidad otro conflicto dramático". "Nunca es demasiado tarde para el diálogo si se trata de la paz", afirmó el jefe de la Iglesia Católica. "Cuando comenzamos nuestra Cuaresma de este año, no podemos ignorar la tensa situación internacional. Por este motivo, he hecho un llamamiento para que este Miércoles de Ceniza (por ayer) sea un Día de Oración y Ayuno por la Paz. He hecho una invitación urgente a la conversión, la penitencia y la solidaridad para convertirnos en verdaderos hacedores de la paz, tanto en nuestras propias familias como en el mundo", dijo el Papa. Juan Pablo II es uno de los más prominentes opositores a una guerra en Irak, que califica de "derrota de la humanidad". Recientemente mandó a un enviado especial a Bagdad y se reunió en el Vaticano con numerosos líderes mundiales. El cardenal Pío Laghi entregó precisamente ayer al presidente de EEUU, George W. Bush, un mensaje papal sobre Irak. Tras reunirse con Bush en la Casa Blanca, el cardenal Laghi dijo a la televisión italiana que tuvo una conversación muy cordial y abierta con el mandatario estadounidense. Laghi no reveló el contenido del mensaje del Sumo Pontífice. Bush recibió la visita del cardenal como una oportunidad de explicar por qué, desde un punto de vista moral y legal, es importante desarmar a Saddam. (DPA)
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