Silvia Carafa / La Capital
Santa Isabel.- La comuna implementó cuatro programas para generar fuentes de empleo en esta localidad. Tambo, dulce de leche, suplemento alimentario, crianza de pollos, un grupo solidario y un fondo de inversiones para el desarrollo son las estrategias elegidas para activar la producción local. Los emprendimientos aúnan esfuerzos, ingenio y solidaridad, y tienen un objetivo de máxima: recuperar el terreno perdido a manos de la crisis que en la última década pulverizó 440 puestos de empleo. "Los proyectos surgieron ante el problema real y cierto de la falta de trabajo en esta localidad que se acentuó después del cierre de una industria frigorífica", aseguró el presidente comunal Juan Enrique Lombardi. Además dijo que a raíz de esa situación la comuna pasó a convertirse en el referente obligado para buscar ocupaciones por lo que fue necesario "agudizar el ingenio". Así surgieron los cuatro programas que buscan la inclusión social de quienes quedaron al margen del sistema productivo o vieron menguar sus recursos económicos. Los proyectos están dirigidos a distintos actores sociales y se encuentran en diferentes estados de ejecución. El tambo y la fabricación de dulce de leche está en plena ejecución con una producción diaria de entre 80 y 90 litros de leche y la elaboración de unos 150 kilogramos de dulce de leche por semana. "Además se reparte leche líquida entre los participantes del proyecto que tienen hijos, al hospital local, a los Hogares del Niño, Cáritas y la iglesia evangélica", explicó Lombardi. En la ejecución del programa de tambo interviene la comuna, el consejo consultivo, la Asociación Argentina de Mejoramiento Mutuo, las cooperativas de Inseminación Artificial (Venado Tuerto), de Agua Potable, Agropecuaria, Unión y Fuerza (Santa Isabel) y la Asociación Mutual del Club Belgrano. El proyecto se puso en marcha con la compra de cinco vacas por parte de las instituciones que intervienen, los integrantes del plan para jefes de hogar desocupados tienen a su cargo el cuidado del pastaje y ordeñe. La crianza de pollos surgió ante la necesidad de suplementar la dieta de los sectores con menos recursos y como una forma de estimular a las mejores quintas familiares. El programa está en plena ejecución y del mismo participan veinte familias que reciben veinte pollos cada una para la crianza con el correspondiente alimento; la condición para integrarlo es participar del Pro Huerta y tener hijos menores de edad. A cambio, los beneficiarios deben entregar diez pollos faenados a la comuna que a través de una pollada recauda fondos para darle continuidad al proyecto. En el caso del Fondo Inversiones para la Producción y Desarrollo Isabelense (Fiprodi), la idea es crear un capital local para que todos los emprendimientos, proyectos e ideas de la comunidad puedan tener un apoyo económico y financiación. El recurso está en su fase organizativa y del mismo participará el Programa Redes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el plan para jefes de hogar desocupados, además de la comuna e inversores locales. "Con el aporte de capital se crea un fondo que manejará un directorio de cinco personas designados a través de una asamblea semestral, que podrá asignar recursos o participar de los emprendimientos", describió Lombardi.
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