Nueva York. - Para evitar la guerra hacen falta dos cosas: el desarme de Irak y el cambio de régimen. Esa fue la posición que dejó clara nuevamente ayer el gobierno estadounidense. El presidente George W. Bush "lo dijo repetidas veces: desarme y cambio de régimen. Es algo que está perfectamente claro", explicó ayer el portavoz de la Casa Blanca Ari Fleischer en vísperas del comienzo de la destrucción por parte de Irak de los misiles Al Samud 2. Estados Unidos y Gran Bretaña -que el lunes presentaron ante el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución que incluya la fuerza para desarmar a Bagdad- habían reaccionado con escepticismo ante el anuncio de la destrucción de los misiles, algo que para la ONU fue un gesto positivo. "Creo que los iraquíes están reaccionando", dijo el jefe de los inspectores Hans Blix. La destrucción que comenzará hoy "es un avance significativo hacia un desarme total", explicó Blix.
Técnicos iraquíes y de la ONU mantendrán hoy por la mañana una reunión "para ponerse de acuerdo sobre los detalles prácticos y dar comienzo al proceso de destrucción de los misiles", aseguró Udai al Tai, director general del ministerio iraquí de Información. El Al Samud es un misil balístico de alcance medio, cuyo desarrollo comenzó luego de la Guerra del Golfo en 1991. Los inspectores de la ONU concluyeron que el proyectil podría superar los 180 kilómetros de alcance, superior a los 150 estipulados por la ONU en sus resoluciones. Es un arma que puede portar cargas químicas y biológicas.
Propaganda y mentira
"El presidente Bush siempre predijo que Irak destruiría sus misiles Al Samud 2, como parte de sus juegos de mentiras", señaló el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer al comentar el anuncio iraquí. "Y creo que cuando se hace un resumen de la declaración de Irak de que en principio destruirá sus misiles las acciones iraquíes son propaganda envuelta en una mentira y metida en una falsedad", sentenció. Si la ONU no actúa en Irak, "Estados Unidos conduciría una coalición de países voluntarios para desarmar a Saddam", insistió el vocero.
En la misma sintonía, el primer ministro británico, Tony Blair, advirtió que la comunidad internacional debe enfrentarse a las amenazas que plantean las armas de destrucción masiva iraquíes y el terrorismo internacional, si no quiere verse inmerso en una "pesadilla real". Blair acusó además a la organización terrorista Al Qaeda del fundamentalista islámico Osama Bin Laden de intentar fabricar una bomba nuclear. Su colega español José María Aznar dijo que esto "es un juego muy cruel con los deseos de paz de millones de personas en el mundo".
La decisión de Irak de destruir sus misiles Al Samud 2, que no representan un peligro para Israel aunque pueden alcanzar Kuwait, "es un elemento muy importante dentro de un desarme total", expresó el jefe de Inspectores, Hans Blix, al llegar a la sede de la ONU, en Nueva York. El diplomático sueco recordó que Irak manifestó un acuerdo de principio sobre este tema e informó que "mañana" (por hoy) comenzará la destrucción.
Hoy expira el plazo impuesto por Blix para que el régimen iraquí comience a destruir estos misiles, que según expertos de la ONU sobrepasan el alcance máximo de 150 kilómetros permitido por las sanciones impuestas a Irak.
Anoche Blix presentó ante el Consejo de Seguridad el "duodécimo informe trimestral del Unmovic", que en sus 16 páginas refleja que "Irak podría haberse esforzado más para encontrar materiales prohibidos". El documento abarca el período del 1º de diciembre al 28 de febrero. Previamente, conociendo la alternativa del anuncio de la destrucción de los misiles, Blix insistió en que Irak está participando en estos momentos "de manera muy activa" en el proceso de desarme, algo que será reflejado la semana próxima, en su informe oral ante el Consejo.
Los inspectores funcionan
Las autoridades francesas consideraron que la decisión de Irak de destruir sus misiles Al Samud 2 muestra que las inspecciones funcionan y que no hay razones para renunciar a desarmar a Irak de forma pacífica. La decisión iraquí de destruir sus misiles, "confirma que las inspecciones dan resultado", dijo el ministro de Relaciones Exteriores francés, Dominique de Villepin. "No hay por tanto ninguna razón para abandonar la vía pacífica a la hora de desarmar a Irak", afirmó.
"¿Por qué el Consejo de Seguridad decidiría poner fin a las inspecciones cuando están dando resultados y elegiría el camino de la guerra?", insistió de Villepin.
El diplomático pidió a los europeos, sobre todo a España y Gran Bretaña, que apoyan a Estados Unidos y presentaron conjuntamente un segundo proyecto de resolución, que se mantengan unidos. "Una segunda resolución es algo prematuro. Les recuerdo que sólo estaba prevista si se llega a un callejón sin salida y éste no es el caso actualmente", afirmó.
En tanto, para el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, el anuncio iraquí demuestra que el desarme de Bagdad está progresando y que no es éste el momento de poner fin a las inspecciones. "Lo que queremos es obtener el desarme de Irak, y ya hoy hemos dado un importante paso adelante, y no comprendo por qué este proceso debería ser detenido ahora para pasar al último recurso de la guerra cuando se están empezando a producir resultados concretos", dijo Fischer.
Desde Roma, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que una intervención militar contra Irak sin el aval de la ONU sería "nefasta". Berlusconi explicó que "una acción militar de un país por fuera de las Naciones Unidas sería un acto tan nefasto, que creo que nadie tomaría una tal responsabilidad". Italia ejercerá a partir de julio la presidencia de la Unión Europea, un papel delicado sobre todo después de las diferencias surgidas entre varios países europeos sobre la manera de enfrentar la crisis con Irak.