La decisión del PJ catamarqueño de intentar participar en las elecciones de mañana, pese a que su candidato a gobernador, Luis Barrionuevo, se encuentra inhabilitado por la Justicia electoral generó una fuerte polémica entre autoridades de la provincia y opositores. Si bien el cruce de declaraciones sobre la colocación de boletas del Frente Justicialista en las mesas electorales y las advertencias de que se usaría la fuerza pública para lograr la transparencia de los comicios no llegó a la Justicia, esta situación llevó mayor inquietud a los catamarqueños que tienen que ir a las urnas. Barrionuevo instó a la Justicia electoral provincial a que haga caso al dictamen del juez federal Pedro Navarro y aclaró que el militante que "no acate lo decidido por el congreso será expulsado" del PJ. Además, sostuvo que los presidentes de mesa deben recibir las boletas del PJ "porque está vigente la medida cautelar de no innovar de la Justicia federal". Añadió que "la Justicia federal y los fiscales de mesas serán encargados de entregar los votos a los presidente de mesa", porque -consideró- la Justicia federal puede obligar por la "fuerza pública a los presidentes de mesa a aceptar los votos del PJ". También pronosticó que el domingo habrá un "peronazo" y sobre su caso reiteró que se trata de "una proscripción política".
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