La Justicia local condenó al Banco Francés a pagarle poco más de 290 mil pesos a un cliente que había sido incluido erróneamente en los listados de la Organización Veraz y del Banco Central como deudor de "situación 5 irrecuperable".
El juzgado civil y comercial Nº 12 a cargo de Rodolfo Bruch ordenó a la entidad financiera el pago de 260.214 pesos en concepto de "pérdida de chance" y otros 30 mil por daño moral, a un ex empleado jerárquico de la Empresa Provincial de Energía (EPE) que debió acogerse a un retiro voluntario como única forma de hacerse del dinero para afrontar una hipoteca que pesaba sobre su casa.
El magistrado tuvo en cuenta que de no haber estado informado por el banco como deudor irrecuperable, habría podido conseguir sin inconvenientes un crédito para pagar la hipoteca y no hubiera necesitado abandonar su puesto en la EPE.
El abogado patrocinante del demandante, Fabio Cerutti Sacco -un especialista en la materia- indicó que el monto resarcitorio es un récord para este tipo de presentaciones. El caso más cercano lo falló la Justicia porteña, que ordenó a una entidad financiera el pago de 120 mil pesos al damnificado. El letrado destacó que si bien las demandas por "perdida de chance" suelen ser difíciles de demostrar, en este caso "no hubo lugar a dudas" sobre los perjuicios ocasionados por el accionar del Francés.
Cerutti Sacco explicó que la demanda arrancó en noviembre de 2001, después de que su cliente fuera a pedir un préstamo al Nuevo Banco de Santa Fe para saldar una hipoteca que pesaba sobre su vivienda a favor del Banco Nación. En ese momento se encontró con la desagradable sorpresa de que había sido informado por el Francés como deudor "irrecuperable", lo cual le impedía el acceso al crédito.
El derecho del consumidor
El problema en rigor se había originado a mediados de la década del 90 cuando el damnificado formalizó un acuerdo de refinanciación con el banco por una deuda de tarjeta de crédito.
Cerutti Sacco explicó que en ese convenio se integró toda la deuda, pero "el banco por error lo informó igual". Así, esa deuda reclamada por el banco de 2 mil pesos se convirtió en un bumerán que le termina costando 290 mil pesos, "sin contar los intereses, que ahora estamos calculando", enfatizó el abogado.
Si bien se descuenta que el Francés apelará la medida judicial de primera instancia, el letrado consideró que "el fallo del juez está muy bien fundamentado". Los ejes de la demanda fueron las leyes del defensa del consumidor y el concepto de "pérdida de chance".
Uno de los argumentos del demandante fue la legislación dedicada a la protección de consumidores y usuarios en relación al derecho a la información de los usuarios frente a las entidades bancarias, en cuanto a recibir de parte del banco una información correcta y actualizada de su situación comercial y sus deudas, y también a que no se difunda información errónea a la autoridad de contralor o bancos de datos. Veraz confirmó que el demandante fue incorporado por el Francés, lo mismo que el Banco Central, como deudor en situación irregular.
El juez Bruch consideró en su fallo que "no quedan dudas sobre el accionar negligente del banco", ya que "no obró con la diligencia debida". Además, señala que el banco "nunca reclamó jurisdiccionalmente la supuesta deuda".
El magistrado consideró "procedente la reparación del daño moral", y ordenó por esto el pago de 30 mil pesos. Pero el grueso de la suma indemnizatoria es por el concepto de "pérdida de chance". La doctrina jurisprudencial define a la chance como "la oportunidad verosímil de lograr una ventaja o de impedir una pérdida", y que "el daño indemnizable radica en la frustración de esa oportunidad a raíz del hecho lesivo".
En el juicio se demostró que el damnificado, un empleado jerárquico de la EPE, no tenía ningún otro motivo para abandonar su empleo que el hecho de hacerse del dinero para cancelar una hipoteca con el Banco Nación, ya que por el informe erróneo del Francés tenía vedado el acceso a cualquier crédito en el sistema financiero.
A la hora de establecer el monto, el magistrado tuvo en cuenta la pérdida de las remuneraciones que hubiera percibido el demandante a lo largo del período que le faltaba para jubilarse. También sus posibilidades de ascenso en la EPE previo a su retiro y los gastos por la pérdida de la obra social, teniendo en cuenta que tiene dos hijas discapacitadas. Ahora, el Francés debe desembolsar una suma de 290.240 pesos, más los intereses por actualización y las costas del juicio. Aunque dio por descontado que el banco apelará la medida, Cerutti Sacco confía en el éxito de la demanda.