Año CXXXVI
 Nº 49.766
Rosario,
jueves  27 de
febrero de 2003
Min 24º
Máx 33º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Editorial
El traslado de una secretaría

Las constantes manifestaciones que se han venido realizando en los últimos tiempos frente a la Secretaría de Promoción Comunitaria, ubicada en el edificio de Sarmiento y Mendoza, han desatado un fuerte malestar en los comerciantes y vecinos de la zona que merece ser reparado en principio para comenzar a encontrar una salida a corto plazo. Es que sin abrir juicio sobre las razones que originan las movilizaciones y concentraciones, verdaderamente esas cuatro cuadras virtualmente quedan paralizadas durante el tiempo que dure la protesta, impidiendo a los comercios mantener sus negocios abiertos o bien alterando la vida cotidiana de los habitantes, tanto para la circulación como para la tranquilidad del descanso, cuando permanecen allí durante toda la noche.
Como se sabe, además de Promoción Comunitaria, en ese edificio funcionan la Secretaría de Transporte y la delegación del Ministerio de Agricultura, Industria y Comercio de la provincia, y se encuentra la renovada sala Lavardén, patrimonio cultural de la ciudad. De modo que, por la cantidad de áreas que abarca de la actividad santafesina, se ha constituido en epicentro de sus conflictos. Y si bien éstos se han expresado durante años, la crisis de los últimos tiempos ha multiplicado las protestas de los piqueteros, y con una intensidad preocupante. En esta última, que afortunadamente finalizó ayer luego de que las partes llegaran a un acuerdo, habían decidido permanecer en el lugar durante seis días.
El título de La Capital de ayer, que se preguntaba si no era ya momento de comenzar a pensar en el traslado de la Secretaría de Promoción Comunitaria, tuvo un rebote coincidente de parte de algunos funcionarios y empleados. Máxime si se tiene en cuenta que, en algún momento, funcionó en el puerto de Rosario, un lugar donde el derecho a las manifestaciones podría garantizarse sin afectar seriamente al resto de la población. Precisamente, la titular de esa cartera reconoció que se está trabajando en esa dirección, aunque aún se ignora el lugar donde iría.
Cuando ciertos fenómenos sociales comienzan a transformarse en crónicos poniendo en juego las libertades y derechos del conjunto de la ciudadanía, se requiere actuar con imaginación y sentido común, antes de que desaten consecuencias imprevisibles. En este caso, se ha instalado una idea que ha tomado cuerpo. Ahora resta esperar que se concrete en el menor tiempo posible.


Diario La Capital todos los derechos reservados