El ministro de Economía, Roberto Lavagna, reiteró ayer que no habrá aumentos de combustibles y desechó los reclamos de los productores agropecuarios para modificar el esquema impositivo del sector (ver aparte). "Si hay dos sectores que no pueden patalear en la Argentina son el agro y las petroleras porque han tenido un año excepcionalmente bueno", enfatizó, para luego profundizar su ataque al sostener que "esta sociedad necesita solidaridad y no ser angurrientos".
En una conferencia de prensa con periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda, el ministro fue taxativo al repetir que "no hay ninguna razón" para que aumenten los precio de los combustibles como consecuencia del incremento del valor del petróleo en base a la tendencia en el mercado internacional.
"La petroleras plantearon en algún momento sentarse a negociar un aumento de los precios y el Ministerio de Economía y el gobierno dijo que no se iba a negociar en esos términos porque no hay ninguna razón" para que se incrementen los valores.
El ministro aclaró de esta forma las declaraciones del jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, de que había un contacto permanente con la petroleras y sus propias afirmaciones de ayer de que no había ninguna negociación en curso.
Esta vez con cifras en la mano, Lavagna dijo que desde que empezó la crisis "el gasoil aumentó el 221 por ciento y las naftas el 128 por ciento", con lo que los incrementos de precios de los combustibles "están largamente por encima del promedio" de las subas de los valores de los demás productos.
"Vamos a respetar las tendencias normales y si hay subas por la guerra, las vamos a absorber", reiteró Lavagna en referencia a un aumento de las retenciones a las exportaciones de petróleo cuando el precio del barril en el mercado interno se ubique en los 30 dólares.
"Obviamente que las petroleras no están de acuerdo, pero eso no tiene ninguna importancia porque esto es una decisión del gobierno", sostuvo el ministro, que no quiso adelantar si habrá sanciones en caso de que alguna de las empresas decida aumentar los precios, aunque insistió en que "uno de los mecanismos es el aumento de las retenciones".
Las petroleras se quejan
El titular de la Cámara de la Industria del Petróleo (CIP) y presidente de Shell, Juan José Aranguren, aseguró ayer que "para que no haya aumentos de combustibles tienen que darse tres condiciones: que baje el costo de la materia prima, que baje la carga impositiva o que el gobierno decida un control de precios".
El dirigente salió así al cruce de declaraciones de Lavagna, quien reiteró hoy que no habrá aumentos y aseguró que el sector no tiene derecho a protestar porque ha tenido un año "excepcional".
Frente a un panorama de inestabilidad que no hace prever una caída de la cotización, Aranguren explicó que si el gobierno eligiese la tercera opción, "estaríamos retornando a un pasado indeseable en el que tuvimos la experiencia de que el control de precios genera un mercado negro y desabastecimiento de productos".
Al referirse a las declaraciones del ministro Lavagna, el empresario dijo en tono irónico: "Tuvimos un año excepcional, pero excepcionalmente malo, y aquí hablo como presidente de Shell, una refinadora que no produce crudo". Dijo que "las ventas de naftas cayeron un 12 por ciento, las del gasoil un 8 por ciento y las de los lubricantes, 4 por ciento".
En cuanto al derecho a reclamar de las compañías, sostuvo que "en un mercado libre no se puede reclamar ningún derecho sino que se lo ejerce; actuar en un mercado libre significa someterse al juego de oferta y demanda, la competencia".
Si bien el directivo admitió que "los precios de las naftas súper subieron un 87 por ciento y los del gasoil 135 por ciento", aseguró que "no es menos cierto es que el precio de la materia prima, el crudo, creció 330 por ciento y la carga impositiva un 21 por ciento en el caso de las naftas super y 54 por ciento para el gasoil".
Aranguren concluyó que "el Poder Ejecutivo no sólo no dice que no va a disminuir las retenciones o a mantenerlas en el mismo nivel, sino que por el contrario está pensando en llevarlas al 100 por ciento, esto no parece que sirva para consensuar¨concluyó.