El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) decidió ayer estudiar un proyecto estudiantil que pide la nulidad de la Instancia de Confrontación Vocacional (ICV) en Medicina por considerarla "un proceso encubierto de ingreso restricto que este año dejó fuera de carrera a más de 2 mil aspirantes". La propuesta será estudiada por las comisiones de asuntos académicos y de interpretación de reglamento hasta el miércoles próximo, momento en que se expedirá el Consejo.
La decana Raquel Chiara no estuvo ayer en el encuentro de las máximas autoridades de la UNR, por eso su vicedecano, Juan D'Aloisio tomó la palabra. El directivo negó taxativamente las acusaciones en cuanto al ingreso encubierto y relacionó el fracaso de los aspirantes "exclusivamente a un menor rendimiento académico".
Hace varios años que en la casa de altos estudios rosarina se implementó el ICV, que según las autoridades evita un importante porcentaje de fracaso de los ingresantes. Pero algunos sectores estudiantiles lo cuestionan porque según dicen limita la cantidad de alumnos que en calidad de regulares pueden cursar el primer año. Es decir, sostienen que la mayoría de los aspirantes cursan como libres.
Este año sólo aprobaron las distintas instancias del ICV, 953 alumnos, de los 3.588 que se anotaron; mientras que en el período 2002, de una similar cantidad de inscriptos logró comenzar primer año alrededor de 1.400 alumnos.
Argumentos en contra
La consejera estudiantil de Humanidades y Artes, Araceli Oñate, fue quien presentó el proyecto de nulidad, más allá de que admitió que está de acuerdo con la implementación de la ICV. "El ingreso a Medicina es absolutamente antiestatutario, y como tal debe ser revisado legalmente por las autoridades universitarias", aseveró Oñate.
En la misma sintonía advirtió que el problema que se vislumbró en Medicina está "directamente" relacionado con el sistema educativo en general. "La Universidad debe debatir todos los niveles de educación", acotó.
Sin embargo, Otaña admitió que "el ICV es bueno cuando no hay una intención encubierta de cupos". Según la consejera los resultados en Medicina siguen los pasos de los exámenes que se implementaron en la Facultad de Derecho hace dos años. "Son presiones de los colegios de profesionales, si esto sigue así lo mismo va a pasar en Ingeniería y en Psicología que son colegios poderosos", remató.
Por su parte el secretario de FUR, José María Catena, se mostró en contra de los exámenes escritos en la ICV, aunque se mostró de acuerdo con la metodología. "No queremos las pruebas por escrito, y ahora pedimos que se abra otra instancia para los alumnos que quedaron afuera, puede ser por medio de una monografía o alguna otra forma de recuperar lo perdido", dijo Catena.
Con más dureza se expresó Diego Ainsuain, estudiante de sexto año de la carrera y miembro del centro de estudiantes. "Se tiene que anular todo lo actuado porque viola los estatutos de la Universidad. Los principales artífices de esta reforma curricular fueron los señores de la medicina privada que quieren cupos de ingreso", apuntó.
En una sintonía similar se expresó Denis Vilardo, presidente del centro de estudiantes de la Facultad de Humanidades. "No estamos en contra de que haya una instancia de nivelación, estamos en contra de que el ingreso sea restrictivo", afirmó.
"Acá se violó un principio elemental que dice que cualquier ciudadano puede estudiar libremente en el ámbito universitario y lamentablemente el Concejo Superior no se expidió, sólo dilató la cuestión", remató.
Así las cosas, más allá de las protestas estudiantiles es probable que el pedido de nulidad caiga en saco roto, ya que el ICV no sólo fue aprobado por el Consejo Directivo de Medicina sino que fue refrendado por el propio Consejo Superior de la UNR el año pasado.