"Tengo 10 nacionalidades en el grupo", relata Melot. "Jugando a inventar un cuento, terminamos todos en un barco con destino a Sudamérica. En los últimos 15 minutos de las clases, seguimos con nuestro cuento para llegar a la primera escala: Brasil". Con materiales como guías turísticas, la docente recorre imaginariamente, las playas de Ipanema , Copacabana. Desde allí "invitan" a los chicos que estaban en la playa a ir a Bahía, y así llegan a la historia del carnaval, con música de Olodum. "Al hablar de la música, introduzco temas como la esclavitud o el racismo, estimulando la curiosidad ", explicó. A partir de allí se hace el trabajo de integración a su realidad en Holanda. "El niño que viene de hogares mixtos o el extranjero, siempre se debate en conflictos de lealtad. Hay que ayudarlos a descubrir que no es una cuestión de optar por una o por otra cultura sino de incorporar en la identidad los elementos afines a todas las culturas y que las demás son diferencias culturales que nos enriquecen pero que no tienen por qué separarnos", sintetizó
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