Año CXXXVI
 Nº 49.758
Rosario,
miércoles  19 de
febrero de 2003
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El principal sospechoso es un hombre que está bajo tratamiento psiquiátrico
Ataque incendiario en un subterráneo coreano dejó al menos 130 muertos
El atentado ocurrió cuando dos formaciones estaban detenidas en una estación, con 400 personas a bordo

Al menos 130 personas perecieron en un incendio criminal en el metro de Daegu, a 200 kilómetros al sudeste de Seúl, según las estimaciones de los servicios de socorro, quienes asimismo contaron unos 140 heridos. El alcalde de Daegu, Cho Hae Nyong, dijo que todas las sospechas recaían en un tal Kim Dae Hwan, de 56 años de edad, que había recibido anteriormente asistencia por problemas psiquiátricos.
La policía interrogó al sospechoso que fue visto cuando derramaba un líquido inflamable en un vagón estacionado antes de provocar el incendio con un mechero. Las llamas se extendieron rápidamente a seis vagones del convoy antes de propagarse a un segundo tren que se encontrada detenido en la vía opuesta.
Un balance anterior de la policía hablaba de 50 muertos, 50 desaparecidos y 138 heridos antes de que los médicos forenses hallaran más cadáveres en los vagones.
Los servicios de socorro, unos 3.000 hombres, vieron su trabajo dificultado por un denso humo y emanaciones tóxicas que provocaron la muerte por asfixia de muchas personas, afirmaron los médicos.
La policía y los bomberos temían que el balance se agravara aún más ya que decenas de personas (unas 50, según se estima) se encontraban en paradero desconocido.
En los dos trenes, compuestos por seis vagones, viajaban en el momento del ataque unas 400 personas que acudían a sus lugares de trabajo.
El jefe de los bomberos, Kim Shin Dong, indicó que 70 cadáveres "completamente calcinados" habían sido hallados entre los restos de los vagones. "La identificación de los cuerpos llevará tiempo", advirtieron.
"No se conocen exactamente cuáles son los motivos (del desequilibrado que perpetró el ataque). Pensamos que se trata de un enfermo mental. Sabemos que estaba siendo tratado en un hospital psiquiátrico", dijo el responsable de la policía, Suh Hyon-Soo. "Tratamos este asunto como un incendio criminal. El sospechoso se halla detenido en el hospital universitario de Gyeongbuk", señaló el comisario de policía Kim Won Choong.
El atacante fue detenido al ser reconocido por otras víctimas cuando él mismo estaba siendo curado en un hospital. Un jefe de servicio del hospital Gyeongbuk, Lee Sang-Bum, supo que Kim tuvo una crisis cardíaca hace dos años que le dejó parcialmente paralizado.
Algunos testigos contaron que un hombre de una cierta edad, vestido de azul, había subido a bordo del compartimiento de un vagón de metro que atravesaba el centro de la ciudad hacia las 10 locales (las 22 horas de la argentina, el lunes último).
"Impregnó el suelo del metro con un líquido que traía en una caja de leche, y le prendió fuego con un mechero. El fuego se extendió rápidamente y se hombre salió huyendo", aseguró un testigo, Jun Yung Nam, de 64 años, citado por la agencia Yonhap.
Dos pasajeros, que presagiaron el peligro, trataron de impedir que el hombre esparciera el líquido, pero éste consiguió zafarse y tirar la botella al suelo.
En el exterior de la estación de metro, se podía observar cómo los miembros de los servicios de salvamento, que trabajaban con máscaras de gas, se amarraban los unos a los otros antes de bajar a la estación de metro.
Un espeso humo negro salía por las rejillas de aireación del metro, mientras que los bomberos y los policías, equipados con bombonas de oxígeno, trasladaban a los heridos en camillas. La red de metro quedó paralizada tras la catástrofe.
El presidente, Kim Dae Jung, transmitió sus condolencias a las víctimas y a sus familias y ordenó que se iniciara una investigación sobre lo sucedido. (AFP)



La mayoría de las víctimas fatales quedaron sofocadas.
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