Más allá de la nueva indefinición en torno a la reactivación de la obra, para poder inaugurar el puente Rosario-Victoria antes de que Eduardo Duhalde abandone la presidencia habrá que dejar algunos trabajos sin hacer. ¿Cómo es esto? La idea del gobierno nacional es que la conexión se habilite antes del próximo 25 de mayo. Pero técnicamente es imposible cumplir con las tareas que faltan. A no ser que nada más se termine de pavimentar la ruta y se construya la estación de peaje, y así poder abrirla al tránsito. Quedarían para más adelante la culminación de las defensas contra el impacto de embarcaciones que, según los ingenieros, por ahora no se podría hacer debido a la altura del río y las crecientes previstas para el otoño. Claro, habría que preguntarse cuál sería el costo a pagar en el futuro de un final de obra tan abrupto, siempre y cuando se pueda hacerlo.
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