John Lennon la llamó "la más famosa artista desconocida del mundo". Y la situación de Yoko Ono, que mañana cumplirá 70 años, no se ha modificado demasiado hasta la actualidad.
Sin duda Yoko Ono es mundialmente conocida, aunque esto no se pueda atribuir prácticamente a sus esfuerzos artísticos durante décadas en diversos géneros, inclusive con gran reconocimiento de cierta crítica especializada. Para una gran mayoría, es la rica viuda de Lennon que supuestamente dividió a los Beatles.
Sin importar lo que emprendiera -filmes de vanguardia, instalaciones u objetos, que escribiera en 1994 el musical autobiográfico "New York Rock" o que en octubre de 2000 abriera cerca de Tokio el mayor museo mundial de Lennon-, para sus adversarios la hija de una aristocrática familia japonesa con lazos con la Casa Real continuaba siendo la "mujer más odiada de la historia del rock".
Algunos críticos que no se contaban entre los seguidores de la elitista escena neoyorquina fueron particularmente despiadados con su música, a la que calificaron directamente de "gritería atonal".
Sin embargo, ya antes del casamiento entre Ono y Lennon el 20 de marzo de 1969 en Gibraltar se perfilaba que los Beatles, tras su gran éxito mundial, buscarían seguir individualmente sus propios caminos. Ya en agosto de 1966 habían anunciado su retirada de los escenarios en vivo a los estudios.
Y no fue John Lennon quien lanzó su primer álbum solista, sino George Harrison, con el disco "Wonderwall" en noviembre de 1968. De todas maneras, la relación entre Lennon y Ono ocupó los titulares ya desde un comienzo.
Desnudos para las cámaras
En lugar de una luna de miel, John y Yoko -seis años mayor, y cuyo nombre significa "hija del mar"- hicieron un "bed-in" en un hotel en Amsterdam. Durante siete días la pareja recién casada se dejó contemplar por la opinión pública.
La idea provino naturalmente de Ono, que ya se había forjado un nombre en la escena del arte de experimentación en Manhattan. Décadas después, los creadores de shows televisivos como "Gran Hermano" han vuelto a echar mano a ese concepto de la difusión de lo privado. Ya en los 60, la japonesa había empleado la cámara como instrumento del voyeurismo.
Para su película experimental "Rape" hizo que un camarógrafo siguiera durante dos días a una mujer desconocida. Despertó la atención con su cinta "Bottoms", en la cual durante 80 minutos dejó ver 365 traseros desnudos, en lo que consideró una petición fílmica contra la guerra de Vietnam.
Ono hizo música con Lennon, en la que incorporó los sonidos de la meditación oriental así como el free jazz neoyorquino, y que no solamente fue rechazada por los fans de los Beatles. Sin embargo, de esta época no se olvidará el sencillo himno antibélico "Give peace a chance", el primer single de la Plastic Ono Band.
Quince años después del nacimiento de su hijo Sean Taro -el padre Lennon se había volcado desde entonces a su vida privada y dejaba en manos de Ono la multiplicación de su riqueza- ambos pudieron disfrutar de un retorno musical. Su álbum "Double Fantasy" accedió a la cima, pocas semanas antes de que Lennon fuera asesinado a tiros en diciembre de 1980 por un hombre con desequilibrio mental.
Tras el asesinato, volvió a encenderse la disputa por Ono como "divisora de los Beatles". Sobre todo a Paul McCartney le molestó que ella, en su carácter de heredera de Lennon, tuviera autoridad en el aprovechamiento de las más famosas canciones del grupo, para las cuales él, consideraba, había realizado un aporte decisivo.
Pocas semanas antes del cumpleaños número 70, volvió a estallar la vieja discordia. Paul lanzó un álbum en vivo, en el cual dio vuelta los tradicionales créditos de autor "Lennon/McCartney" y se colocó en primer lugar. Entonces Ono echó fuego, y clamó que McCartney debía terminar de "dar vuelta la historia de los Beatles". (DPA)