El entrenador de Independiente, Américo Rubén Gallego, gritó, ordenó, se levantó del banco durante todo el partido, como hizo siempre. Pero sus indicaciones no alcanzaron para que su equipo pudiera revertir la historia en el sur, donde cayó ante Lanús por 1 a 0 en el estreno del Clausura. "Este era un partido para un empate, no merecíamos irnos con las manos vacías. Pero qué le vamos a hacer, esto recién empieza", dijo lacónicamente el entrenador al retirarse del estadio.
| |