El pie izquierdo de la Vieja Carlos Moreno, al transformar en gol un tiro penal sobre las postrimerías del primer tiempo, le dio a Lanús la victoria sobre el campeón del pasado Apertura, Independiente, por 1 a 0, en el cotejo que cerró la primera fecha del torneo Clausura. Así se coronó una buena victoria granate sobre un conjunto como el de Américo Gallego que no volvió por sus fueros y dejó una pobre imagen en los suburbios de Lanús Este. Y los locales terminaron ganando bien el encuentro por inteligencia, porque Independiente tuvo buenos primeros 10 minutos y nada más. O mejor dicho hasta que el local solidificó su andar. A partir de entonces lo del Rojo fue un manojo de voluntades contra la prolijidad y el buen manejo de los volantes locales, que pudieron llegar al gol del triunfo en el epílogo del primer tiempo. Un claro penal de Pablo Guiñazú sobre el retornado Hugo Morales, a quien tomó groseramente del cuello, impulsó al árbitro cordobés Héctor Baldassi a señalar el penal que le daría la victoria a los anfitriones. Muy lejos estuvo el equipo de Américo Gallego de justificar sus pergaminos de campeón ante un Lanús que tuvo en Gabriel Milito a la muralla que impidió a sus delanteros que se acercaran a Leonardo Díaz y ampliaran la diferencia en la etapa final. Y atrás Lanús realizó una sólida tarea defensiva, destacándose la dupla Alessandria-Carlos Galván, que se encargó de borrar literalmente de la cancha a Andrés Silvera, el máximo goleador del pasado certamen Apertura. Evidentemente Independiente no es el que supo brillar en la primera parte del pasado campeonato, sino más bien el que terminó sufriendo para llevarse el título en la última fecha. Pero tampoco es el mismo el conjunto de Osvaldo Chiche Sosa, aunque sería exagerado afirmar que solamente con el regreso de Huguito Morales se solucionaron sus problemas creativos. Evidentemente acá se nota la mano del entrenador, que durante la pretemporada le otorgó otra fisonomía de juego a sus dirigidos. Algo que empezó a dar sus frutos ya desde el arranque de la competencia. Todo lo contrario parece ocurrir con los rojos, ya que en el mismo tiempo de trabajo hubo disparidad de rendimiento entre líneas. Quizás haya tenido razón Daniel Montenegro al afirmar durante la semana que los jugadores que volvieron del seleccionado (Milito, Guiñazú e Insúa) estaban física y futbolísticamente un escalón por encima del resto. Ese desequilibrio ayer se notó. Y bastante.
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