La industria de helados rosarina se afianzó en el último año y ahora conquista nuevos mercados. Y no sólo la producción de helados artesanales viene registrando un notable aumento, sino que las firmas locales ahora también desplazaron en la ciudad a las multinacionales en la fabricación de productos envasados para quioscos, supermercados y restaurantes. Así es como Rosario tiene un lugar privilegiado en este negocio: es la ciudad líder en producción a nivel nacional y a la vez registra un consumo por persona que duplica la media del país. Nunca mejor ganado el título de capital nacional del helado.
Rosario tiene hoy 80 fábricas de helados artesanales -casi todas un negocio familiar- y suma unas 120 heladerías, que esta temporada remontaron las ventas. "Es el mejor verano en varios años porque se dio un despegue tanto de ventas como de producción", aseguró el presidente de la Cámara Industrial y Comercial del Helado Artesanal, Juan Khury.
Y en los últimos años los rosarinos dieron fe de su lealtad a las heladerías locales, ya que las reconocidas marcas que llegaron desde otros lugares del país duraron poco. Este fue el caso de Freddo, que funcionó durante menos de un año en la ciudad, al igual que Massera y Dolce Neve.
Para Khury este fenómeno se debe a una sencilla razón: "Los helados de Rosario son de una excelente calidad y, por la gran competencia, los precios son mejores".
Lo cierto es que con un consumo de diez litros anuales per cápita Rosario es la ciudad de la Argentina donde más helado se consume, duplicando a la media nacional que está cerca de los cuatro litros por persona y acercándose a países como Finlandia (13,9 litros) y Suecia (14 litros).
El dueño de la Heladería Esther, Héctor Iglesias, aseguró que el gran consumo y el fracaso en la ciudad de las heladerías porteñas "se da porque el producto rosarino tiene un sabor muy particular al que la gente ya está habituada".
El titular de Bajo Cero, Ciro Cacciabue, consideró que "para los rosarinos el helado es una cuestión cultural, porque tomarlo es una salida en familia. Y si estamos por debajo del consumo de Europa se debe a que parte de la población no tiene poder adquisitivo para acceder a este producto".
La calidad y los precios de los helados rosarinos también fueron destacados por el dueño de Cumbre Nevada, Daniel Infantino. "Vienen de afuera con productos mucho más caros, pero además la gente tiene el paladar habituado a un producto de excelente calidad", se agrandó.
Un nuevo mercado
Pero además de los helados artesanales, un mercado donde las firmas locales ya están consolidadas, los fabricantes rosarinos ahora se están expandiendo por todo el país con productos envasados para supermercados, quioscos y restaurantes. En Rosario, al menos, ya desplazaron del sector a la multinacional Nestlé (Frigor y Noel).
Un caso paradigmático fue el de la emblemática empresa rosarina La Montevideana, de Israel Baskt, que a principios de la década del 90 fue vendida a Philip Morris. Luego, en 1997, pasó a manos de la anglo-holandesa Unilever, que compró La Montevideana con el solo objetivo de hacer desaparecer esta marca líder en el mercado nacional y comercializar sus helados Kibon. Pero en abril de 2001 Unilever decidió desprenderse de esta fábrica, ubicada en Villa Gobernador Gálvez, y la terminó comprando su original dueño bajo la condición de no utilizar la marca La Montevideana. Así, ahora, Baskt salió a competir con Helados Panda.
Esta empresa produce una amplia variedad de postres helados, envasados para quioscos y para el hogar. "Tenemos una fuerte presencia en 20 provincias y exportamos a Paraguay. Todo esto se debe a que se mejoró la calidad del producto y hay una buena competencia de precios", explicaron autoridades de Panda.
En el sector de envasados también tiene fuerte presencia Yomo, con su marca Yo, que se vende en supermercados y quioscos. "Es un sector atractivo, porque son gustos lisos que permiten mejorar los precios", aseguraron desde la firma.
Otra fábrica fuerte en el rubro es Com Com, cuyo dueño, Mauricio Comanducci, no dejó lugar a dudas: "La producción subió más de un 20 por ciento y estamos arriba de marcas como Frigor y Kibon".