La Paz. - El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada denunció que durante los días de violencia social que dejaron 30 muertos y más de cien heridos se gestó un intento de golpe de Estado en Bolivia, dando a entender que los involucrados son los opositores indigenistas cocaleros, quienes durante un reciente conflicto y corte de rutas llamaron repetidamente a derrocar al presidente. El vocero presidencial, Mauricio Antezana, denunció que "se ha gestado en las últimas horas un golpe contra la democracia que, afortunadamente, fue evitado por fuerzas patrióticas como la policía y Fuerzas Armadas", cuyos efectivos sostuvieron entre sí un encarnizado enfrentamiento armado el miércoles.
En alusión a los opositores Manfred Reyes Villa y el líder cocalero Evo Morales, quienes exigieron, junto a la Central Obrera Boliviana, la dimisión de Sánchez de Lozada, a quien responsabilizan de los episodios de violencia generados por su política económica, Antezana habló de un "proceso multicausado que ha encontrado en las últimas horas un momento de expresión". En plena crisis Morales acusó al gobernante de urdir un autogolpe por vía de la clausura del Congreso.
El presunto golpe de Estado "no culminó exitosamente y cobijó en su seno un proceso de conspiración para interrumpir el mandato del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada", afirmó durante una conferencia de prensa dictada en el palacio de gobierno.
Sin identificar a los conspiradores, el funcionario habló de un "proceso de irritación de sectores contra ciertas prácticas del sistema político que la gran mayoría de la población rechaza de manera sistemática".
El vicepresidente Carlos Mesa aseguró que Sánchez de Lozada no renunciará al mandato que inició el 6 de agosto último, en momentos en que corren rumores sobre una crisis ministerial.
La COB, en tanto, llamó ayer a un paro de 48 horas para el lunes y martes próximos y reclamó nuevamente la renuncia del presidente.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), brazo político de la institución, expresó su "pleno y decidido respaldo" al gobierno boliviano. La resolución condena "la utilización de la violencia y demás actos no democráticos que afectan a la democracia y gobernabilidad de Bolivia".
Duhalde: culpa del FMI
El presidente argentino, Eduardo Duhalde, aseguró que el estallido social ocurrido en Bolivia se debió a que el gobierno de ese país aplicó las recetas impuestas por el FMI.
En Bolivia, "el FMI fue y le hizo lo que a la Argentina durante el gobierno de la Alianza (encabezado por Fernando de la Rúa, 1999-2001), pues le pidió que rebajaran los salarios un 12% y el resultado fue la gente en la calle, los hermanos enfrentados, muertos, y un gobierno de meses que tambalea", consideró Duhalde.
Siete soldados heridos en el Chapare
Siete soldados del ejército boliviano heridos dejó la explosión de una bomba en un puente de la población de Lauka, en el central departamento de Cochabamba, donde los cocaleros reiniciaron un bloqueo de caminos el jueves.
Según informó el viceministro de Desarrollo Alternativo, Marco Antonio Oviedo, cuatro de los siete efectivos militares resultaron lesionados de gravedad.
Por su parte, campesinos del lugar manifestaron a radio Fides que sólo escucharon un fuerte sonido y vieron volar algunos cuerpos. También confirmaron que las carreteras continúan bloqueadas por lo que hay más de un centenar de vehículos varados en distintas poblaciones de Cochabamba, afectada por el prolongado conflicto cocalero. (AFP, Télam y DPA)