Año CXXXVI
 Nº 49.754
Rosario,
sábado  15 de
febrero de 2003
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Colombia
La guerrilla iba a atentar contra Uribe con una "casa bomba"
Pensaban detonarla al paso del avión presidencial. Pero ante un allanamiento la volaron: 15 muertos

Bogotá. - Una explosión que sacudió ayer a la ciudad colombiana de Neiva provocó al menos 15 muertos y 30 heridos fue ocasionada por una "casa bomba" con la que la guerrilla de marxistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) pretendía derribar hoy el avión del presidente Alvaro Uribe, declaró el director de Fiscalías, Hernando Valenzuela. "Se tenía conocimiento porque habían colocado en ese sector unas plataformas para derribar el avión del señor presidente que ha anunciado su visita a la ciudad de Neiva", explicó el funcionario.
La deflagración se registró cuando agentes de la policía y funcionarios de la Fiscalía allanaban una casa del barrio La Magdalena, en el norte de la ciudad, vecino al aeropuerto local. Entre los fallecidos figuran 9 policías, una fiscal y dos niños. La explosión destruyó entre 30 y 40 casas del barrio, mientras un número aún más alto sufrió de daños graves. "La carga permanecía en una de las casas que está ubicada en la trayectoria de la pista de aterrizaje del aeropuerto en Neiva. De manera que todo hace pensar que era una acción dirigida en contra de una aeronave", afirmó el jefe de la policía colombiana, general Teodoro Ocampo.
El gobernador del departamento Huila, del que Neiva es capital, informó que al menos 15 personas murieron y otras 30 resultaron heridas. El alcalde de la ciudad, Héctor Javier Osorio, reveló que dos de las víctimas fueron el mayor de la policía Henry Angarita, director de la policía secreta en Neiva, y la fiscal regional Cecilia Giraldo.

Uribe viaja igual
Igualmente, el presidente Uribe tiene previsto desplazarse hoy a esa ciudad, a 304 kilómetros al sur de Bogotá para presidir un consejo comunal, y reuniones con autoridades regionales que son habituales los fines de semana en diferentes ciudades del país.
La explosión, según distintas autoridades, pudo originarse por "una actitud desesperada de los terroristas al sentirse descubiertos", por la redada policial. Los heridos fueron trasladados a distintos centros sanitarios de la capital del Huila, ciudad con una fuerte presencia de milicianos urbanos de las Farc.
El atentado en Neiva se produjo siete días después de que un comando de las Farc activó un potente coche bomba en un lujoso club del norte de Bogotá, en el barrio de las embajadas, causando la muerte a 35 personas y heridas a otras 165.

Apoyo de la OEA y ONU
La cruenta escalada desató la ira del presidente Uribe, quien mantiene una intensa ofensiva diplomática en contra de las Farc, con el propósito de aislar internacionalmente a ese grupo -que cuenta con fluidos contactos políticos en el exterior- y cosechar el apoyo suficiente para derrotarlo.
La campaña emprendida por el mandatario rindió el miércoles sus primeros frutos, con la decisión histórica de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de cerrar filas en torno a la lucha contrainsurgente que lidera el gobierno de Bogotá.
Al término de sendas sesiones extraordinarias, los organismos internacionales emitieron una resolución condenatoria del ataque contra el club El Nogal.
La OEA y la ONU acogieron los argumentos expuestos por el gobierno y se comprometieron a "perseguir, capturar, enjuiciar, sancionar y, cuando corresponda, extraditar" a los responsables de ese atentado, al tiempo que ratificaron la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En cumplimiento de esa medida, los países latinoamericanos y caribeños anunciaron que no darán refugio ni albergue a aquellos que "financien, planifiquen o cometan ataques terroristas en Colombia", así como incrementarán los controles para impedir el tráfico de armas y explosivos hacia el país andino.

Incautan enorme arsenal en Medellín
La policía confiscó en Medellín unos 200 kilos de explosivos y un poderoso arsenal pertenecientes a la guerrilla del ELN, en una acción en la que fueron detenidos 11 presuntos rebeldes.
Entre las armas decomisadas se halla un lanzacohetes con capacidad para destruir un tanque de guerra, señaló la policía, que indicó que se trata del "más duro golpe contra el terrorismo" propinado por esa fuerza en Medellín, la segunda ciudad en importancia de Colombia, con dos millones de habitantes.
Con este operativo se frustró una escalada dinamitera del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) contra objetivos estatales y privados de Medellín, así como un atentado contra el jefe de la policía local, general Leonardo Gallego, según el informe oficial.



Unas 40 casas fueron destruidas por la explosión.
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