Año CXXXVI
 Nº 49.754
Rosario,
sábado  15 de
febrero de 2003
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El envío ofrece música y buena onda desde el río
"El Show de AJ", frescura y espontaneidad en el verano rosarino
El programa que va los sábados por Canal 5 se hace en vivo y en directo desde Sportivo Avellaneda

Orlando Verna / La Capital

El sol parte la tierra pero en la arena es otra cosa. Y si a eso se suma música popular, colores chillones, atrayentes presencias femeninas, algunos tragos y la mejor predisposición no hay nada mejor que esperar de una tarde en el club Náutico Sportivo Avellaneda. Allí, los sábados desde las 14 "El Show de AJ" despliega su simpatía y desparpajo para alegrar, en vivo, una semana televisiva casi desprovista de propuestas locales. La pantalla del Canal 5 es el escenario donde Alberto J. Llorente muestra la experiencia que ha acumulado después de 28 años en el aire, acompañado por una troupe de técnicos y colaboradores que giran a su alrededor, botella de agua en mano.
La apuesta de un programa en directo desde una zona de la ribera rosarina era un proyecto de larga data en las agendas de Llorente, con la idea fija de jugarse por la frescura y la espontaneidad de un programa en vivo.
Y se dio este año. Según el propio Llorente, el verano es poco amable en lo que a anunciantes se refiere, aunque esta temporada la cosa se revirtió. Hasta sus mismos clientes lo empujaron a la aventura estival de hacer televisión. Y ellos fueron respaldados por otros, llegando a la nada despreciable cifra de 48 patrocinadores.
Resuelta la cuestión económica, sólo bastaba encender la luz roja de la cámara. El cordial saludo de AJ pone en movimiento sábado a sábado una ingeniería artística y técnica digna de visitar. En el medio del set situado en una península ganada al río por el club con vista al puente Rosario Victoria y al centro de la ciudad, hay sombrillas multicolores para aminorar el impacto del sol. Allí se apostan el conductor y sus pulposas secretarias, Anabela y Paola. Dos cámaras fijas, una en la playa y otra sobre el móvil de exteriores, se ocupan del trío y sus colaboradores.
Otras dos cámaras mochileras, como en la jerga se denomina a las que se llevan sobre el hombro, se reparten para seguir con sus imágenes a los invitados. La música tropical tiene su espacio junto a las melodías románticas, mientras en otro sector las chicas en bikini se preparan para exponer modelos y medidas. Predomina la liturgia multicolor, al tiempo que bajo el quincho un barman prepara tragos, un chef acomoda los ingredientes de su nuevo manjar mediático y Enrique Bompadre se deshace en gesticulaciones. Es que, en la visión del coordinador de piso "no hay nada más divertido" que un programa en vivo. También usa frases como "linda responsabilidad" u "obligatoria naturalidad" para marcar los objetivos de su trabajo, el más duro, por la cantidad de cuadros y números que se presentan en dos horas de programa.
Por supuesto que hay un equipo de productores encabezados por Alejandra Racedo hormigueando en el backstage, pero la estrella del lugar es AJ. Bromea, presenta, conversa con el director y los camarógrafos, lee los anuncios y hasta se da el lujo de hacer unos pasos de baile, siempre con el particular estilo que lo distingue, construido a fuerza de minutos frente a un micrófono y de una estética muchas veces tachada de populista.
De esta manera "El Show de AJ" transpira calor humano y mucho más cuando, como en este caso, el público acompaña cada uno de los bloques con sus saludos, sus gritos y sus aplausos. Cerca, muy cerca de sus ídolos, lejos, muy lejos del vedetismo acostumbrado en televisión. Y todo, bajo el caliente sol del verano rosarino.



A.J.Llorente se divierte en la arena con sus colaboradores. (Foto: Daniel Carrizo)
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