Londres. - En medio de la creciente tensión prebélica y de las voces que alertan sobre los intereses económicos de la misma, se conoció que las principales petroleras estadounidenses y británicas creen que una intervención militar en Irak es la única vía para acceder a las reservas petrolíferas de este país.
Además, de este modo se asegurarían para no perder su presencia dominante frente a sus competidores franceses, rusos y chinos, que ya han asegurado importantes contratos de producción en la zona. Así lo constata un informe del Foro de Política Global, un instituto de Naciones Unidas, al que tuvo acceso la agencia Europa Press. El texto revela la preocupación patente entre los gigantes ExxonMobil, ChevronTexaco, British Petroleoum y Royal Dutch Shell, por la posibilidad de perder el liderazgo mundial al no haber firmado ningún contrato de explotación en Irak.
"Las compañías de Estados Unidos y Reino Unido están nerviosas pero entusiastas por las opciones de guerra de Washington, ya que ven que es el único medio de desbancar a sus rivales y establecer una presencia dominante en el beneficioso mercado de producción de petróleo en Irak", explica el informe.
En cuanto a Royal Dutch Shell, se da una paradoja: aunque la germana es una de las compañías temerosas ante un futuro de reservas petrolíferas incierto, el canciller Gerhard Schroeder ha declarado repetidamente que su país no participará en ninguna acción militar contra Irak y que no votará en favor de la guerra en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Las reservas de EEUU, en nivel crítico
La información llega en la misma jornada en la que el Departamento de Energía de EEUU advirtió sobre los bajos stocks americanos de petróleo, que alcanzaron la semana pasada su nivel mínimo en más de 27 años, por debajo de los 270 millones de barriles, lo que podría acarrear a las refinerías problemas de aprovisionamiento.
Las reservas de crudo se situaron el pasado 7 de febrero en 269,8 millones de barriles frente a los 274,3 millones de barriles de una semana antes. "Los stocks se encuentran a su nivel operativo más bajo desde octubre de 1975", precisó el Departamento en su informe semanal.
El nivel de 270 millones de barriles marca un punto de inflexión por debajo del cual la cadena de aprovisionamiento "perdería flexibilidad, lo que podría aumentar la posibilidad de problemas regionales", avisa el Departamento.
Además, el Departamento de Energía y el Instituto Americano de Petróleo (API) señalaron también que las importaciones de crudo cayeron la semana pasada, hasta 7,2 y 7,6 millones diarios respectivamente, lo que representa su nivel más bajo desde la última semana de enero de 2000.
Según sus estimaciones, el subsuelo iraquí tiene capacidad para asumir 250 millones de barriles de crudo, cuyo valor en el mercado es de 2,9 billones de dólares descontando los costes de producción. Así, cada compañía con acceso a ese mercado lograría unos beneficios de 29.000 millones por año (teniendo en cuenta el 50% que se quedaría el gobierno), lo que representa dos tercios de las ganancias globales alcanzados por las cinco empresas más importantes del sector.
Las competidoras tan odiadas
La petrolera francesa TotalfinaElf, la rusa Loukoil y la china National Oil Company, firmaron en 1997 contratos de explotación con las autoridades iraquíes para la exploración de varias zonas del país y se encuentran mejor posicionadas para el futuro reparto del crudo de este país.
El documento precisa que la producción de un barril de crudo iraquí cuesta a las empresas un dólar, incluyendo todos los procesos de exploración, refinado y costes de producción, similar al valor de Arabia Saudita (el precio del mercado oscila en 30-35 dólares por barril). Según la ONU, ExxonMobil, BP y Shell están centrando actualmente sus esfuerzos en la búsqueda de subsuelos con alta rentabilidad, y ven "con nerviosismo, pero con entusiasmo" las posibles opciones de guerra.
Así, esperan que se produzca una intervención militar en Irak, y que con ella se consiga establecer un nuevo gobierno sin Saddam controlado por Estados Unidos, que logre rápidamente distribuir entre las petroleras mundiales la riqueza de los yacimientos iraquíes.
Las petroleras estiman que si desarrollan la infraestructura necesaria, Irak podría alcanzar una producción de 8 millones de barriles de petróleo al día una vez que se exploten todos sus campos, frente a los 2,3 millones que produce hoy.
El informe asegura que esta circunstancia presionaría a algunos países miembros de la Opep (como Arabia Saudita, Irán, Kuwait o Venezuela) para que privatizaran sus compañías y ofrecieran a las de Estados Unidos y Reino Unido nuevas concesiones o acuerdos de producción para sacar más rentabilidad a sus áreas y elevar así su producción de barriles.
Paradójicamente, Estados Unidos es actualmente el primer país donde va destinado el crudo que se produce en Irak, con 846.000 barriles al día, por delante de Francia (95.800), Oriente Medio (85.000), Italia (79.300) y España (51.900).