Washington. - El secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, acusó a Francia y Alemania de "sacar del apuro" a Saddam Hussein, al oponerse a una intervención armada contra Irak. Asimismo, afirmó que Washington actuará aun en el caso de que la ONU demuestre su "inutilidad" y no tome ninguna decisión en ese sentido. Powell hizo estas afirmaciones ante el Congreso, donde algunos de sus miembros evalúan medidas de castigo contra los "rebeldes" Alemania y Francia. Congresistas republicanos prometieron sanciones comerciales y toda otra medida que "podamos tomar para lastimarlos" a alemanes y franceses. El plan de Francia para Irak, que propone multiplicar los inspectores, sólo busca "demorar para siempre" una solución, agregó Powell.
Estos dos países europeos "buscan justamente retardar las cosas por retardarlas, para sacar del apuro a Saddam Hussein pese a que éste no se ha desarmado", declaró el jefe de la diplomacia estadounidense en una sesión de preguntas en la Cámara de Representantes.
Previamente, en entrevista al diario egipcio Al Ahram, Powell descalificó el pedido que hizo el lunes el presidente francés Jacques Chirac para aumentar los recursos técnicos y humanos de las inspecciones, y dijo que no apuntaba a ayudar en la búsqueda de armas por parte de la ONU. "Por el contrario, apunta a demorar para siempre el proceso de abordar este tema", aseguró Powell. "La cuestión no es un incremento de los inspectores o de las capacidades técnicas. La cuestión es el cumplimiento y la cooperación de Irak", enfatizó Powell en la entrevista, publicada en árabe.
El martes, Francia distribuyó entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU sus propuestas que incluyen duplicar, y quizá triplicar, el número de inspectores de armas en Irak. El lunes, Francia, Rusia y Alemania hicieron un pedido conjunto, donde dijeron que estaban decididos a lograr que Irak sea desarmado en forma pacífica.
El segundo informe al Consejo
Ante el Congreso, Powell dejó entrever que podría intervenir en la decisiva sesión del Consejo de Seguridad de la ONU de mañana, en la que los jefes de los inspectores de desarme de la ONU para Irak, Han Blix y Mohamed El Baradei, deberán presentar un informe sobre su misión. EEUU y Gran Bretaña, ambos con derecho a veto en el organismo, podrían presentar un proyecto de resolución que implique una declaración de guerra a Irak. Al menos 9 de los 15 miembros, tres de ellos con poder de veto (Francia, Rusia y China), se oponen a esta posibilidad.
"Francia y Alemania se resisten", se quejó Powell. "Nos encontramos ante el momento de la verdad en lo que concierne a la capacidad de la ONU de imponer su voluntad a países como Irak", declaró ante la comisión parlamentaria. "Estados Unidos está dispuesto a liderar una coalición bajo los auspicios de la ONU, pero si la ONU no actúa y demuestra su inutilidad, está dispuesto a actuar con una coalición de países voluntarios", afirmó.
El Pentágono: Francia fuera de Otán
Por otro lado, el influente jefe del gabinete político del Pentágono, Richard Perle, manifestó su creencia de que la Otán debería sopesar la posibilidad de excluir a Francia de los procesos de decisión. Perle, uno de los impulsores de la doctrina de la "guerra preventiva", acusa a Francia de desarrollar una política encaminada a reducir la influencia de EEUU en Europa y en el mundo, y cree que el bloqueo de París en la Otán a los preparativos para una eventual guerra contra Irak -reiterada ayer una vez más- revela una línea de fractura, por la voluntad francesa de hacer de Europa un contrapunto de poder frente al poder estadounidense.
"Para expresarlo en claro, creo que la política francesa es la de disminuir la influencia americana en Europa y en el mundo", declaró Perle, quien afirmó que esta situación debería llevar a Washington a replantearse las relaciones con el Viejo Continente. Es significativo que Perle no haya hablado de Alemania: tal vez los estrategas de Washington ven en la posición de Berlín algo pasajero, ligado al socialdemócrata canciller Gerhard Schroder y sus aliados verdes. En cambio, en París, gobierna el centroderecha, de modo que no hay expectativas de un cambio de posición con un nuevo gobierno.
Castigos: vino, agua mineral y tropas
La indignación por la oposición de ambos país es a una guerra contra Irak es tan grande, que el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, quiere lograr una ley para limitar las importaciones de vino y agua mineral de Francia.
Hastert propuso a sus colegas en una conferencia reciente pegar a Francia donde lo sentirá especialmente: en el vino y el agua mineral, afirma el diario. Francia es el principal exportador de agua mineral a Estados Unidos.
El líder republicano también quiere evaluar la posibilidad de marcar en el futuro las botellas de vino de Francia con signos de advertencia naranja en caso de que la bebida haya sido rebajada con sangre de vaca, un proceso prohibido desde la enfermedad de las "vacas locas".
En cuanto a Alemania, han ganado apoyo los promotores de una reducción de los 71.000 soldados estadounidenses estacionados en territorio alemán. "Todo lo que podamos hacer para lastimarlos (a alemanes y franceses), sin que nos duela, lo vamos a apoyar", dijo el diputado republicano Peter King. (AFP y DPA)