Los robos a abuelos cometidos con el anzuelo de la entrega de un correo son incontables y sin límites de zona. Uno de los últimos, y más violentos, se produjo el 10 de diciembre pasado en Oroño 479. Allí un muchacho que llegó con uniforme y gorra terminó, con la ayuda de un cómplice armado, golpeando ferozmente a un matrimonio de ancianos. A ella, de 80 años, le fracturaron la mandíbula. A él, Marcelo Bondino, de 83, lo castigaron salvajemente trompeándolo en cara y brazos. Los maleantes escaparon tras descubrir y forcejear con el nieto de los dueños de casa. En ese incidente, que fue cruento, a uno de los ladrones se le escapó un disparo.
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