Miedo a los transgénicos

La manipulación genética de los alimentos posee mala prensa. Para el profesor de biología molecular de la Universidad Nacional de Rosario, Néstor Carrillo, esto se sostiene en razones económicas, políticas, filosóficas y hasta religiosas.
Para Carrillo "existe en la hostilidad hacia los transgénicos, manifestada por algunas organizaciones, un cierto elemento tecnofóbico y una desconfianza hacia la ciencia y la tecnología como factores capaces de mejorar la vida humana. Además -agregó el especialista- otros grupos y organizaciones, (e incluso países), se oponen porque obtienen réditos políticos o económicos".
Existe un sector de la sociedad que considera que aunque la transgénesis no implique riesgos sanitarios o ambientales adicionales, es simplemente incorrecto como procedimiento desde el punto de vista filosófico. "Esta oposición surge de la noción que la esencia de los seres vivientes se encuentra en sus genes, y que modificarlos, es contrario a las leyes de la naturaleza. Desde luego que esto no es así desde el punto de vista científico, lo cual no quiere decir que las dudas de tales grupos no deban ser consideradas y atendidas", opina el profesional.
"Sin embargo -agregó- debe tenerse en cuenta que, desde el alba de los tiempos, el hombre ha modificado genéticamente plantas y animales por cruza y selección. El trigo, el cerdo, la vid, el perro, la levadura y la rosa, no tienen mucho en común con las formas de vida que poblaron inicialmente el planeta, antes de la aparición de la civilización. Es ante todo una cuestión de proporción, pero para muchos es como jugar a ser Dios".