Gustavo Conti / La Capital
"Yo no me voy a bancar que dentro de unos meses juegues en River y que el domingo juegues para nosotros", sorprendió ayer el presidente de Newell's, Eduardo López, al defensor y capitán rojinegro, Fernando Crosa, cuando lo separó del plantel durante una extensa charla en el vestuario de Bella Vista, según confiaron distintas fuentes ñulistas a Ovacion. Deberían ser los días más tranquilos, donde la cabeza sólo esté puesta en el debut de un nuevo campeonato, tan motivante que hasta la presencia de River Plate agrandará la expectativa. Sin embargo, las horas empezaron a consumirse con máxima tensión, con la presencia del presidente Eduardo López en una larga charla a solas con el plantel y el cuerpo técnico, con la marcha atrás en la medida de acotar la atención a la prensa y con la separación del plantel del capitán Fernando Crosa, además del fuerte rumor de que Veira podría probar alguna variante para reemplazar a Damián Manso (ver aparte). Todo ese cóctel hizo que la contratación de Julián Kmet pasara a segundo plano, lo mismo que la reincorporación de Leonardo Ponzio tras su paso por la selección nacional. El domingo se verá si todo este convulsionado panorama se trató de una necesaria tormenta de verano para apagar el calor de un equipo que trastabilló en Montevideo o si dejará secuelas permanentes. De todos los temas que encendieron ayer la polémica en el parque Independencia, sin dudas que la separación de Crosa fue la más fuerte. El capitán rojinegro fue apartado del plantel en la tarde de ayer por el mismo presidente, durante la reunión que mantuvo con jugadores y cuerpo técnico en el vestuario de Bella Vista por espacio de media hora antes del entrenamiento. Ni de un lado ni del otro hubo declaraciones oficiales, ya que el titular rojinegro se retiró del predio sin hablar, lo mismo que Crosa, quien aseguró que entre hoy y mañana dará su versión de los hechos. Pero de todas formas, las fuentes consultadas por Ovacion fueron precisas en cuanto a las causas que llevaron al presidente de Newell's a tomar la decisión. El defensor rojinegro viene jugando por el 20% por ciento (es decir, el sueldo más el 20% del mismo, sin prima) desde el 1º de julio del 2001, por lo que de no renovar antes del 30 de junio de este año quedará en libertad de acción. De acuerdo a la versión recogida, la dirigencia quiere que Crosa firme pero hasta el momento el capitán no habría acercado sus pretensiones económicas porque su deseo sería irse, ya que tendría un precontrato acordado con River Plate para jugar allí la próxima temporada. De ser cierto esto, se entiende por qué Crosa fue separado justo ahora, antes de comenzar el torneo, ya que el rival es precisamente el conjunto millonario. Grabinski se encuentra en la misma situación contractual pero a diferencia de Crosa ya habría elevado sus pretensiones monetarias, lo que en la dirigencia fue interpretado como que sí desea continuar en Newell's. Las palabras de López para con Crosa en la intimidad del vestuario habrían sido muy duras y al irse sus compañeros hacia la práctica al defensor se le habrían escapado unas cuantas lágrimas. Eso sí, después del mal trago se fue a entrenar junto a la reserva que dirige Arsenio Ribecca y luego, al ser abordado por los periodistas, pidió que no le preguntaran nada. "Estoy muy mal y no quiero decir cosas en caliente", confió. Y prometió que hoy o mañana dará su versión de los hechos. "Es muy importante, seguro", dijo luego Héctor Veira, "pero son situaciones entre la institución y el jugador en la que no nos podemos meter. Yo hablé con Crosa y ahora espero su respuesta. Vamos a ver qué pasa entre mañana y el jueves". Las palabras de Veira parecen dejar una rendija de luz para que el jugador pueda reincorporarse antes del domingo pero es una posibilidad muy remota. Lo único que le pondría paños fríos a la situación es que el defensor firme su contrato, algo muy difícil de creer a menos que ceda a la presión que debe tener por estas horas, donde la cuerda entre las partes fue tensada al máximo y además se filtró la versión de que habría un precontrato con River. La mala performance en Montevideo (que traería aparejados cambios en el equipo) y la insólita decisión de acotar el trabajo de la prensa, luego revertida, ensombreció el panorama de cara al debut, más cuando se sabe que la presencia de Eduardo López en un vestuario ocurre cuando hay problemas en serio. Tan en serio, que el mismo capitán fue apartado y Veira está obligado a barajar y dar de nuevo para que, en medio de un ambiente inadecuado, el debut del domingo no resulte un paso en falso.
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