Gustavo Conti / La Capital
Montevideo (Enviado especial). - Un bilardista estaría con los pelos de punta. El Bambino prefirió tomárselo con soda. Dice no estar preocupado y arenga a los hinchas desde la tribuna del grabador de Ovacion. Los invita a relajarse, a desdramatizar la muy pobre imagen que dejó su equipo en su paso por Montevideo. Y no se queda allí. Asegura que el domingo, cuando empiecen a jugar por los puntos en serio aparecerá ese fuego sagrado que caracteriza a los que tienen aspiraciones en serio. Las palabras de Héctor Rodolfo Veira no parecen condecir con la realidad que mostró Newell's en los únicos amistosos en serio que disputó. Lo que sí es cierto, es que a palabras dichas y escritas se las puede llevar el viento ni bien empiece el campeonato. Recién allí se verá si tiene razón o si sólo se trata de la lógica ilusión que toda empresa nueva genera. Ni lerdo ni perezoso, el técnico de Newell's les habló a los jugadores antes de la última cena en Uruguay, pocos minutos después de la derrota. Muy seguro de sí mismo, y contrariando las duras expresiones vertidas el martes último en Bella Vista que parecen no haber surtido efecto, el Bambino optó por el sedante para calmar el dolor de la última derrota con Nacional en vez del reto. "Nosotros teníamos que jugar, no había otra alternativa, porque no es lo mismo entrenar que jugar. Lógicamente, a nivel de resultados no fue bueno el balance pero sí por los minutos que sumamos para poner en ritmo al equipo. Ni ellos se van a dar cuenta lo bueno que fue esto", dijo Veira, a la vez que advirtió que algún cambio de postura va a existir, ya que "vamos a diagramar en esta semana una planificación especial porque se viene River y es la hora de jugar por lo realmente vale". "Al hincha de Newell's le digo que se quede tranquilo", refiere antes de que se le pregunte sobre las sensaciones que los simpatizantes pueden haber tomado sobre lo ocurrido en Uruguay. "Vamos a hacer un gran partido el domingo. Que no se lleve por estos resultados porque nosotros veníamos entrenando bien pero no jugando en serio. Que no tengan ningún tipo de preocupación porque vamos a comenzar bien el campeonato". -No lo tomes a mal, pero no vimos lo mismo. A Newell's le faltó la personalidad que le reclamaste en el entrenamiento del martes en Rosario. -Creo que el partido con Nacional se complica porque el árbitro lo puso nervioso al jugador de Newell's. Estábamos mal predispuestos hacia él. Sin dudas de que admito la crítica porque el equipo no estuvo bien y tenemos que mejorar, pero mucho no me dejo llevar por los resultados, porque sé que a la hora de la verdad estos muchachos van a responder. -Al final del partido, los hinchas que acompañaron al equipo en esta minigira gritaron el típico "sólo te pido que le ganes a Central" que siempre apareció en los últimos torneos cuando se sabía que Ñuls ya no podía luchar por cosas importantes. Eso es todo un dato de que los que vieron cómo jugó tu equipo quedaron muy disconformes. -No escuché el cántico pero nosotros tenemos una gran expectativa, de un Newell's que va a hacer un buen torneo. Hay jugadores que van a estar en su nivel el domingo, claves dentro del esquema del equipo. -Domínguez hizo una fuerte autocrítica, ¿es bueno eso cuando no se juega bien? -Me parece que los jugadores no se dan cuenta que estos partidos no se pueden analizar. Sé de los defectos que tuvimos y yo en estos momentos soy tremendamente equilibrado. A mí no me confunde nada y a los jugadores les marco siempre los errores. Además, tuve que cambiar todo el libreto con el que habíamos salido por las contingencias, la expulsión de Grabinski, el penal dudoso que nos cobraron... -Pero hasta los 28 minutos cuando echaron a Grabinski no jugaron bien tampoco. Hasta allí el partido era normal. -Me parece que hasta allí estábamos equilibrados. Passet no tenía trabajo (N. de R.: a los 5' le tapó un remate de emboquillada de Peralta y en la jugada previa al primero de Nacional, a los 15', hizo lo propio sacándola hacia la derecha), lo mismo que ante Defensor. Así que no estábamos mal. Sí admitimos la crítica pero el equipo no rindió como queríamos porque eso era previsible. -¿Preferís entonces perder así en estos amistosos? -Vinimos a jugar dos partidos, lógicamente no sabiendo que íbamos a perder, pero también que no íbamos a estar 10 puntos. -Si te daban a elegir, ¿hubieras preferido ganar o perder así para ver los errores? -Ganar, pero antes que nada jugar. Eso era lo principal. -¿La charla casi inmediatamente después de la derrota es para bajarle el nivel de preocupación a los jugadores? -Siempre les digo la verdad, pero quiero que sepan que nos venimos preparando para el campeonato y que estos amistosos sirven para llegar a ese objetivo, no más que eso. Eso sí, el domingo tiene que aparecer el fuego sagrado de los jugadores, su grandeza y estamos seguros de que van a llegar como uno pretende. -Perdón por la insistencia, pero me pareció que ese fuego sagrado no apareció en varios jugadores en Uruguay. -No, el problema es la falta de competencia. Esto es como el boxeador, cuando no pelea asiduamente está falto de distancia. -¿Era más importante jugar estos amistosos que los suspendidos con Colón y Talleres, dos equipos rivales del Clausura? -Sí, porque acá se jugó con árbitros, con televisión, noventa minutos, con mucha gente. Es casi como cuando lo hacés por los puntos en serio. Para mí hubiera sido más fácil jugar ante Colón y Talleres. -¿Cómo estará el equipo físicamente para el debut? -Van a estar para dejar todo, pero posiblemente les falte ritmo. -Resumiendo, ¿vos pensás que el domingo ese fuego sagrado va a aparecer? -Sííí, que se quede tranquilo el hincha. Sé que el equipo no rindió aquí pero que le hizo muy bien jugar. Y el domingo se va a ver.
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