La basílica de Guadalupe, el mayor santuario católico de México, otorgó en exclusiva a una empresa estadounidense, mediante un contrato secreto por 12,5 millones de dólares, los derechos de comercialización de la imagen de la Virgen de Guadalupe, según denunció el semanario mexicano "Proceso".
Según "Proceso", el documento al que tuvo acceso fue firmado en marzo de 2002 por el rector de la basílica, monseñor Diego Monroy, y la representante en México de Viotran, una compañía dedicada a la transferencia de dinero entre Estados Unidos y México, con sede en Florida.
El contrato, calificado de ilegal por especialistas en derecho de autor consultados por el semanario, establece que sólo Viotran puede comercializar fuera de México la imagen de la Guadalupana y de Juan Diego, el indígena mexicano canonizado por Juan Pablo II el año pasado.
"La basílica se compromete a que cada uno de estos artículos contará con una bendición especial de Diego Monroy o de Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México", señaló el semanario. Y ambas partes se repartirán las ganancias por la venta de productos.
Ante el escándalo provocado por el artículo, las autoridades de la basílica de Guadalupe, el segundo mayor centro de peregrinación católica del mundo después de la basílica de San Pedro en Roma y el más rico de México, decidieron no pronunciarse sobre el contenido de la información de "Proceso".
Como vender la imagen de Jesús
Según el experto en derechos de autor Ramón Obón León, "la basílica no es la titular absoluta de la imagen de la Virgen", cuya reproducción siempre ha sido de dominio público. "Es como si quisiera venderse la imagen de Jesucristo", afirmó.
El contrato estipula que la basílica otorgará a la empresa recibos deducibles de impuestos por las utilidades que le correspondan al santuario por la venta de los productos, incluidos en exclusiva los videos de la visita del Papa a México en julio de 2002.
El sacerdote especialista en derecho canónico Antonio Roqueñí Ornelas consideró que un contrato de este tipo contraviene tanto las leyes de la Iglesia como la legislación fiscal mexicana.
La cláusula que habla de las bendiciones "me parece increíble, puesto que ahí se insinúa que los artículos valen más por estar benditos", expresó, además de que las asociaciones religiosas no pueden otorgar recibos deducibles de impuestos.
Indicó que podría hacerlo a través de otra organización, pero que en tal caso se estaría frente a un delito de "triangulación" y fraude fiscal.
El contrato a cinco años exige a Viotran "confidencialidad" y la devolución a la basílica, o destrucción en caso de que así se le pida, de reportes, análisis, estudios o cualquier documento relacionado con el contrato al momento de su terminación. (DPA)