El temporal que cayó promediando el primer tiempo y el desvande general calmó un poco los ánimos y por eso el grupo de hinchas de Newell's que alentó al equipo vivió el partido tranquilo, aunque muy mojados. Eso sí, el dirigente rojinegro Marcos Lanzilotta previó que podía haber algún tipo de problemas y por eso acordó con la policía local de que los simpatizantes leprosos estuvieran en un sector seguro. Por eso nada pasó de las agresiones verbales, los recordatorios de los tricolores sobre la final de la Copa Libertadores del 88 y nada más. Al final del partido del viernes pasado hubo intercambio de piedrazos con los de Defensores Sporting, pero anoche, donde el clima era más pesado, todos se fueron en paz.
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