Año CXXXVI
 Nº 49.749
Rosario,
lunes  10 de
febrero de 2003
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Se puede estar peor
Newell's pasó vergüenza ante Nacional
Perdió 3 a 0 con Nacional en Uruguay. Le faltó fuerza emocional y sufrió tres expulsiones por faltas infantiles

Gustavo Conti / Ovación

Montevideo (enviado especial).- En algún lugar del camino Newell's debe haber confundido las señales. Perdió el rumbo y un tiempo precioso que le puede ser muy difícil recuperar. No aprendió la lección del viernes pasado cuando un equipo se le plantó en serio por primera vez en la pretemporada. Involucionó. Y a esta altura, el equipo de Veira ofrece pocas garantías de que de acá al domingo pueda revertir el asunto. Ante Defensor 0-1, 0-3 frente a Nacional con una descomposición emocional propia de los grupos inseguros. Realmente para preocuparse y mucho.
El gesto de Manso cuando fue retirado por Veira (ver aparte) luego de que Crosa marrara el penal fue elocuente del cuadro de situación. El egoísmo del hombre del cual se supone que es el eje por donde debe girar el andamiaje futbolístico del equipo (que dicho sea de paso jamás lo fue mientras estuvo en la cancha) fue un mojón más dentro de una fotografía grupal ajada, casi hecha pedazos.
Newell's fue ese desdén de su hombre más creativo, pero también el de las nuevas pifias de Crosa que le costaron el penal y el segundo gol (marró una patada, la pelota le quedó a Benoit y entre Passet y Grech le cometieron falta), el de la infantil expulsión de Grabinski por insultar al juez después de un planchazo, reclamándole una falta mal cobrada anterior. Fue el de la suprema impotencia de Vella, errático en todo el partido y poniéndole un moño a su actuación con una patada de atrás descalificadora después de perder una pelota fácil en ataque.
Este equipo confundió actitud con agresión. Tampoco Domizi debe entender que peleándose con todos los rivales va a cambiar las cosas, si bien los minutos en que el Pájaro estuvo en la cancha fueron los únicos de lucidez de un equipo iluminado a vela. Tuvo razón Sebastián Domínguez en decir que la presentación de anoche fue una vergüenza. Quizás sirva para empezar a mejorar. De nada sirve cargarle las mayores responsabilidades al árbitro como expresó Veira en caliente. En frío dirá seguramente otra cosa porque sino evidentemente observó otro encuentro.
Once contra once, Newell's fue presa fácil de Nacional. Su única situación, a los 2 minutos, terminó en un tirito de Villar, que hizo recordar al de Liendo ante Defensor con el encuentro también 0 a 0. Parece que hasta faltara convicción para patear. El primero tricolor llegó como consecuencia del dominio que Eguren y el camerunés Benoit ejercieron en la mitad de la cancha, que jamás fue propiedad rojinegra, y el intríngulis que Peralta le causó al fondo rojinegro. Passet atajó una y otra, pero Mello la empujó al gol tras un rebote que dio el arquero y que Grabinski acompañó.
Ni con el regalo del juez del penal con el partido ya 0-2 (Curbelo cubrió bien la pelota y Rosales simuló un manotazo) y el handicap de la expulsión de Curbelo, Newell's pudo salir del pozo depresivo. Crosa cerró su noche negra con un remate para el lucimiento de Munúa y en el complemento, cuando entre las expulsiones y la lluvia el partido no era más cotejo, Passet miró pasar un tiro libre de Rodríguez al fondo de su arco.
Siempre se puede estar peor. Newell's dio prueba de ello anoche ante un rival que encima venía de entrenar en doble turno (ver recuadro). Sin excusas, si esto fue lo que el hincha puede esperar de su equipo puede ir arreando las banderas. Ellos mismos, más bien los pocos testigos de esta paupérrima experiencia, parecieron entender eso cuando en los minutos finales empezaron a cantar: "Sólo te pido que le ganes a Central".



Ñuls nunca le encontró la vuelta al partido de ayer. (Foto: S. Suárez Meccia)
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