Un empleado de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU) denunció al encargado de personal de la delegación local, quien le impidió el ingreso al trabajo porque tenía bermudas. Y el episodio no hubiera pasado a mayores de no ser porque, en el intento por impedir que este agente marcara su tarjeta, el superior le asestó "una trompada" en pleno rostro. El caso fue denunciado en la comisaría 2ª de la Policía y ahora está en manos del Juzgado de Faltas de la primera nominación.
En rigor, dentro del estatuto para el personal de la administración pública santafesina se fija como obligación para los empleados "usar la indumentaria de trabajo que reglamentariamente se establezca". Y, al mismo tiempo, se reconoce la infracción a este punto como causa de apercibimiento. Sin embargo, nada dice sobre si los empleados varones deben portar pantalones largos.
Hasta el jueves pasado, Adrián Giglione no había reparado en esta norma. Giglione tiene 37 años y trabaja desde el 87 en la delegación local de Vivienda. Primero fue empleado administrativo y actualmente se desempeña como chofer, trasladando a los funcionarios y profesionales de la repartición.
El jueves, a las 7, el empleado de la DPVyU llegó al edificio de San Lorenzo al 1100 vestido "con camisa, pantalón corto, mocasines y medias", según contó más tarde. Sin embargo, su atuendo pareció no gustarle al encargado de personal de la repartición pública.
"Cuando intentaba pasar mi tarjeta para marcar el ingreso, el encargado de personal, Edgardo Bergara, quiso impedirlo porque me dijo que no podía entrar en bermudas. Y como yo insistí en pasar la tarjeta me pegó una trompada en la cara", indicó Giglione.
Terminado el episodio el chofer hizo la denuncia en la comisaría 2ª, donde el caso quedó encuadrado como "agresión sin lesiones", una infracción a la ley 10.703 del Código de Faltas.
Ahora el caso fue derivado al Juzgado de Faltas de la primera nominación, donde tendrán que tomar las declaraciones correspondientes ya que, según indicaron en la comisaría, hubo testigos.
Una cuestión de actitud
"Trabajo como chofer y generalmente tengo que manejar muchas horas un auto que no tiene aire acondicionado, por esto el jueves, que hacía un calor de locos, decidí ir en pantalones cortos", contó Giglione, y agregó que "no es la primera vez que alguien en la dirección va a trabajar en bermudas".
Y en este sentido advirtió que si bien "teóricamente" él tendría que usar un uniforme, "sólo nos lo dan una vez cada 20 años".
Al mismo tiempo, el empleado consideró que "si sólo me hubieran sancionado por no estar vestido correctamente, no hubiera pasado nada. Pero el trato que recibí me pareció totalmente injusto por eso decidí hacer la denuncia en la comisaría".
Después de este episodio, Giglione volvió a su trabajo. "Ese día realicé los viajes que tenía que hacer y lo mismo pasó el viernes", contó. Eso sí, con pantalones largos.
"Parece una tontería discutir, en estos momentos, si un empleado público puede ir a trabajar en bermudas. Si las mujeres usan minifaldas y hasta se comenzó a discutir si los hombres pueden casarse... pero bueno, son cosas que tenemos que aguantar en esta provincia", concluyó Giglione.