Mientras el resto de los candidatos presidenciales fijó su posición con respecto a la reestatización de empresas privatizadas, luego de las propuestas lanzadas por los justicialistas Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá, el gobierno intentó unificar el discurso electoral con su delfín , que ayer aprovechó para aclarar sus afirmaciones dada la dimensión que adquirió la controversia. La candidata y líder del ARI, la diputada nacional Elisa Carrió, manifestó su enérgico rechazo a los planes de reestatización de los servicios públicos presentados por otros postulantes a la Presidencia. Carrió destacó que "nunca hablamos (por el ARI) de reestatizar" nada. Y admitió que, si bien es cierto que "ninguna de las instituciones de control funciona en la Argentina, hay que tener mucho cuidado cuando se dice «vamos a restablecer toda la red ferroviaria»", como hacen Kirchner y Rodríguez Saá. "Hay una falta de seriedad absoluta", porque no tienen en cuenta que "para la gente del interior el tren es el progreso, pero si no hay desarrollo productivo, es un tren de pobres", como ocurrió en Chaco, graficó Lilita. Por su parte, el candidato presidencial del Movimiento Federal Recrear, Ricardo López Murphy, criticó las propuestas de reestatización y aprovechó para desestimar su vuelta a la Unión Cívica Radical (UCR) en caso de no llegar a la Jefatura del Estado. Desde Mar del Plata, donde participó de un duatlón combinado (en el cual practicó natación, su deporte favorito), el ex ministro aliancista cuestionó que algunos de sus oponentes planeen reestatizar servicios. "Si se les va a pagar la deuda a los jubilados en varias cuotas o después de los 85 años, o estamos con inundaciones dramáticas en Buenos Aires, o con carencias educativas sanitarias formidables, me parece un error incomprensible destinar en estas condiciones los escasos recursos públicos a aventuras empresariales", señaló el economista. Asimismo, López Murphy recomendó no utilizar recursos públicos en reestatizar: "Con nuestra historia, esto va a servir para que sean capturados por los contratistas o los ñoquis, y eso ya lo vivimos". La confusa insinuación de Kirchner fue rechazada en la Casa Rosada. También en el Palacio de Hacienda, aunque prefirieron hacer silencio de radio. No obstante, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, les dijo el viernes a empresarios estadounidenses que la inversión extranjera es esencial para el país. Es más: el precandidato del oficialismo y el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, mantuvieron anteanoche una reunión durante un acto realizado en Avellaneda. Ayer, el gobernador santacruceño pareció reacomodar sus palabras. "Hay que hacer cumplir los pliegos de las concesiones y generar nuevas inversiones para que el sistema ferroviario integre productiva, turística y económicamente a la Argentina", sostuvo Kirchner. A través de un comunicado de prensa, el precandidato enfatizó: "Se trata de aplicar el ordenamiento jurídico como corresponde; si hay un pliego, un subsidio, los concesionarios tienen que cumplir. Si no lo hacen, que les caiga todo el peso de la ley y se haga justicia". A su turno, el diputado nacional Adrián Menem consideró que la propuesta de Rodríguez Saá y Kirchner de reestatizar las empresas petroleras y ferroviarias "refleja el pensamiento del gobierno". "Este gobierno está orientado hacia la reestatización de los servicios públicos y sería volver a 20 años atrás", disparó el legislador, quien negó que hubiera que revisar los contratos licitatorios. Por último, el precandidato presidencial por el radicalismo Rodolfo Terragno alertó sobre el "peligro de las fórmulas mágicas", en alusión a los proyectos reestatizadores. Y subrayó que "la compra y venta de empresas no creará riqueza ni resolverá los problemas de la gente". El ex ministro de Obras y Servicios Públicos del gobierno de Raúl Alfonsín, quien propició vanamente la privatización de algunas empresas públicas durante su gestión, dijo que "hace 10 años al PJ lo único que se le ocurría era vender, y ahora lo único que se le ocurre es comprar".
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