La facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas ofreció un informe técnico sobre la situación existente en la zona del río Paraná donde se produjo el socavón que afectó a la traza de la ruta nacional 168. En él se advierte que el proceso de erosión continúa aguas abajo y que es necesario hacer un seguimiento sobre su evolución para evitar nuevos hechos como el ocurrido en la referida vía de comunicación. En él se señala que "como consecuencia de la dinámica propia de un curso de agua, el lecho y las márgenes de los ríos están continuamente sometidos a efectos de erosión, transporte y depositación de sedimentos, modificando la configuración de su cauce. En determinados sectores (ya sea porque las márgenes son más débiles y/o la corriente incide con mayor fuerza) los procesos se agudizan y el corrimiento de la costa del río adquiere magnitudes importantes en cortos períodos de tiempo. "La margen derecha del río Paraná, frente a la ruta nacional 168 donde se ha producido el corte, es un claro ejemplo de este tipo de procesos naturales ampliamente conocido. Este problema viene siendo analizado por organismos científicos y técnicos de la zona desde hace aproximadamente 25 años. Uno de los trabajos pioneros fue realizado en 1977, donde se registró que la erosión comenzó en dicha margen a mediados de la década de 1960. Más recientemente se sucedieron otros estudios con los que se identificaron las causas del problema, se cuantificaron velocidades de erosión de la costa en la zona y se efectuaron las pertinentes recomendaciones, a fin de preservar la ruta la circulación segura por la misma". En uno de esos estudios se habla de que "la tendencia del thalweg (vale decir la zona de máximas profundidades) del río a desplazarse hacia la ribera derecha en el área citada promueve la erosión costera desde fines de la década del 60 al presente, y que esa tendencia se registra como producto del aumento del caudal del Paraná. "El cauce ha alcanzado actualmente sus máximos valores del siglo (pasado) y por lo tanto no debe esperarse en el mediano plazo que el desplazamiento del llamado thalweg hacia la margen derecha se detenga". En esos estudios se desalentaba la realización de obras de protección de la traza que hoy quedó afectada por el socavón, "porque demandaría costos elevados y no significaría una obra segura". También se advierte que es fundamental seguir analizando el proceso de la zona de erosión hacia aguas abajo para que no se presenten nuevas perturbaciones, porque "las velocidades de erosión de ciertos años pueden llegar a duplicar o triplicar a los valores medios presentados".
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