Durante la década pasada se anunció con bombos y platillos el cierre del edificio de la Policía de Menores como lugar de detención de adolescentes. La clausura de los penales se celebró con una fiesta en el lugar ante la algarabía de los funcionarios públicos que, en encendidos discursos, proclamaron que nunca más se habilitaría como sitio para chicos privados de libertad por las características "medioevales" de la dependencia. Fuentes tribunalicias que recordaron el caso también plantearon que es incongruente que la Justicia le dé 180 días al gobierno para reacomodar las cosas. "Un recurso de hábeas corpus es para que, ni bien se compruebe la ilegalidad que origina el recurso, se haga suspender en el acto la situación irregular. Pero aquí se dan seis meses", deslizó.
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