Miguel Lambán no es un desconocido para la curia rosarina. El cura carismático Angel Gaite, que desde el 83 estuvo a cargo de la pastoral del colegio San Francisco Solano, confirmó ayer a La Capital que Lambán "estafó a un montón de editoriales que trabajan con la renovación carismática". Pero no sólo eso. También confirmó que vendía "por su cuenta" literatura carismática, pero "la Iglesia le daba permiso para ello" y que habría estafado al clero "en unos 8 mil dólares depositados en el banco Aciso".El hombre también dejó su huella en la parroquia Nuestra Señora de Luján. El padre Manuel, a cargo de esa iglesia, indicó que Lambán tuvo una santería allí, pero fue obligado a dejar el lugar. "Traía gente rara, de poca moral y terminó robando pequeñas cosas de la iglesia para pagar deudas que él había contraído", apuntó el sacerdote español.
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