El secretario municipal de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, aceptó la posibilidad de abrir el diálogo a concejales y comerciantes que proponen liberar totalmente la circulación de vehículos particulares por el microcentro, que actualmente y desde hace seis meses rige desde las 15 horas.
Consultado por La Capital el funcionario adelantó que "la semana que viene o la otra" comenzará las conversaciones, enterado de algunos proyectos que ya rondan en esa dirección.
Rosario mantuvo durante 20 años, desde los años 80, el tránsito clausurado hasta las 20. Lifschitz expresó que los últimos meses -en que se lo liberó desde las 15- sirvieron para demostrar que "el caos y conflicto que se temía" iba a generar la medida "resultaron inexistentes". Y que por lo tanto la idea es seguir avanzando.
"Por lo pronto, pretendemos dictarle carácter de permanente al proyecto experimental por 180 días que dispusimos meses atrás -señaló-, pero si tanto los comerciantes como los concejales proponen liberar totalmente, no sólo después de las 15, evaluaremos la posibilidad".
Los pedidos formulados por la Asociación Empresaria, Amigos de Peatonal Córdoba, Amigos de Peatonal San Martín y Amigos de Avenida Corrientes resultaron explícitos últimamente al adjudicar buena parte del repunte de las ventas a la apertura parcial. Otros agregan que la eliminación del carril exclusivo de Corrientes también acompañó.
Lo cierto es que los defensores de la restricción del microcentro parecen en retirada. "Esos doctores en urbanismo que tanto espacio tenían en la televisión sembrando la alarma de que Rosario iba a ser un caos, ahora se nota cuánto daño han hecho", declaró ayer el concejal Oscar Urruty (cavallerista), autor tiempo atrás de un proyecto para la liberación total del tránsito. "Muchos taxistas también le erraron", agregó.
Para Urruty al centro hay que poblarlo, crearle atractivos y hablar con los empresarios y propietarios "porque ciertas calles se han transformado en un desierto como San Lorenzo y Santa Fe en especial cerca de los cruces con Maipú y Laprida".
Otro proyecto para la apertura total del centro fue presentado por el bloque peronista esta semana.
El titular de la Asociación Empresaria, Elías Soso, señaló que la liberación parcial desde las 15 no sólo no generó ningún problema sino que logró descomprimir calle San Luis, así que "ahora hay que liberar totalmente, sin vueltas".
El directivo aseguró que el proceso "abrió tantas expectativas que numerosos vecinos y comerciantes mejoraron las fachadas, hicieron arreglos porque ven que hay más movimiento, que la cuestión puede mejorar".
La visión de los comerciantes
Héctor Vergara, de la Asociación de Amigos de calle Corrientes, formuló consideraciones parecidas y señaló que en su momento la restricción del microcentro tuvo sentido, pero ahora ya no.
"Los bancos atienden menos clientes, la gente resolvió de otra manera el pago de los impuestos, y hasta la Municipalidad perdió casi toda la concurrencia debido a la apertura de los centros de distrito", señaló. "El centro se nutre de manera muy distinta a años atrás, y si queremos mantenerlo vigoroso no queda más remedio que liberar el tránsito".
Vergara confirmó que, acompañado de otros comerciantes, concurrió a la Dirección Municipal de Control Urbano para solicitar "una política más activa sobre numerosos puestos que se parecen a tolderías y que afean el paisaje del centro".
Señaló que la entrevista con Ubaldo Modarelli, titular de la repartición, culminó con el compromiso de una próxima reunión el 26 de este mes donde se evaluarán las acciones de fiscalización.
Simón Blaistein, otro de los concurrentes a la mencionada reunión, señaló que la labor debe ser constante porque sino sucede como en la plaza Montenegro donde los asientos para los pasajeros que esperan el colectivo son copados por los puestos. "Fueron un día, los corrieron, y a las 48 horas ya estaban instalados de vuelta. Venden normalmente, desde bombachas a corpiños y camisetas de fútbol, y compiten de igual a igual con los negocios de enfrente que tienen empleados y pagan los impuestos. Eso está mal".
La Ciudad
