El vocero presidencial Luis Verdi aseguró ayer que Fernando de la Rúa "no se fue dignamente del poder" en diciembre de 2001 cuando renunció dos años antes de completar su mandato, y lo acusó de querer ahora "justificarse también de manera indigna". "De la Rúa quiere justificarse ante la historia de algún modo, pero no le asiste derecho a hacer esas declaraciones que suenan más a delirio que a otra cosa", enfatizó Verdi, tras conocer los argumentos que De la Rúa dio al declarar como testigo ante el juez federal Norberto Oyarbide. Verdi salió, de esta manera, al cruce de las declaraciones del ex presidente De la Rúa, quien ayer admitió ante Oyarbide que supo sobre una versión según la cual la Alianza debía completar su gestión hasta el 2003, pero sin que él estuviera al frente del gobierno y que, en tal caso, lo sucedería el actual jefe del Estado, Eduardo Duhalde. Verdi explicó que De la Rúa "no fue derrocado y luego perseguido como (Juan Domingo) Perón o derrocado y encarcelado como (Arturo) Frondizi", tras lo que remarcó que el ex presidente de la Alianza "no se fue dignamente del poder. Abandonó el gobierno, renunció y se fue indignamente a su casa y ahora intenta justificarse, también de manera indigna", concluyó el vocero presidencial. En tanto, el diputado justicialista Lorenzo Pepe también salió al cruce de las declaraciones del ex presidente al calificarlas de "verdadero disparate". "El ex presidente pretende no asumir su responsabilidad por haber dejado un descalabro económico, cuya gestión tuvo la característica de un espantoso desgobierno", agregó Pepe. Finalmente, el diputado subrayó que De la Rúa "una vez más involucra a los dirigentes del justicialismo para ocultar su propia incapacidad".
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