El capítulo final de la novela veraniega Grinbank-Figueroa se hace esperar. Es que aún no hay nada definido en cuanto al futuro del goleador canalla. Sabido es que para terminar de sellar el acuerdo entre el grupo inversor que encabeza el empresario artístico con Rosario Central, donde el punto principal del contrato es la compra del 50 por ciento del pase de Lucho, debe solucionarse el conflicto suscitado con el representante del jugador Gustavo Mascardi, personaje que apareció a último momento en escena y paralizó el convenio porque pretendía el diez por ciento de la venta del rubio delantero. Si bien hasta anoche no hubo novedades en concreto, una de las partes vinculadas a esta importante operación manifestó que "lo cierto es que mañana (por hoy) o pasado (por mañana), a más tardar, tendría que quedar todo definido". Palabras más, palabras menos, todo parece indicar que esta semana se sabrá cómo terminará esta novela.
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La Ciudad
