Una de las claves que le imponen los organismos internacionales de crédito al gobierno nacional para destrabar la ayuda financiera es la reinserción en el mercado laboral de una cantidad importante de desocupados. Es por ello que el Ministerio de Trabajo de la Nación tiene puestas sus fichas en la implementación del "componente solidario de reinserción laboral, que estará destinado a reinsertar laboralmente en el sector privado a los beneficiarios del programa Jefes de Hogar". Las empresas que adhieran a este proyecto podrán incorporar durante 6 meses a estos trabajadores, a quienes les pagarán un sueldo, menos los 150 pesos que seguirán cobrando del Estado Nacional. Los empleadores pueden repetir esta experiencia hasta tres veces consecutivas o bien efectivizar a estos trabajadores. En Rosario, sólo un tercio de los Jefes y Jefas tuvo empleo alguna vez. La resolución firmada por la ministra Graciela Camaño establece la creación de un "registro de historia laboral de los beneficiarios del plan", que estará a cargo de la cartera laboral y contará con los perfiles ocupacionales de los postulantes que -en forma voluntaria- aspiren a un empleo en el sector privado. A su vez, las firmas interesadas en tomar Jefes y Jefas de Hogar deberán suscribir un convenio de adhesión con el Estado Nacional, donde se comprometen a respetar las cláusulas establecidas. Según datos suministrados por la Secretaría de Promoción Social, el 47 por ciento de los 60 mil beneficiarios del plan social tienen la primaria completa, pero sólo el 27 por ciento registró alguna actividad laboral. De esta franja, casi el 30 por ciento se desempeñó en tareas de albañilería. El proyecto de Camaño aún no fue implementado en la provincia, pero ya despertó la adhesión y el escepticismo de diversos sectores productivos. "Me parece una gran medida, excelente porque incorpora al trabajo formal a mucha gente que está necesitada de un empleo y a su vez configura una muy buena opción para la pymes", consideró el titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso. En tanto, el gerente de ventas de Sipar Aceros, Guillermo Martínez, aseguró que "por ahora, si es necesario, se pagan horas extras o se amplían los turno las personal". El metalúrgico René Francovigh cree que "no es muy sencillo incorporar desocupados a este tipo de trabajo industrial", y sí vio "factible su reinserción en tareas no tan complejas".
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