Con la llegada de febrero finalizó el período de protección contra ejecuciones financieras y fiscales, y el destino de 12 millones hectáreas hipotecadas por los productores agropecuarios volvió a estar amenazado. Así lo entienden los dirigentes de las cuatro entidades agropecuarias que esta semana solicitaron una audiencia al presidente Eduardo Duhalde para pedirle que intervenga de modo que el productor cuente con una alternativa de repago de las deudas bancarias acorde a su capacidad. El Banco Nación, que concentra el mayor porcentaje de créditos al agro, anunció ayer que presentará un plan de cancelación que regirá a partir del 1º de marzo próximo. Según un informe que se conoció esta semana, durante el año 2002 el agro pagó 800 millones de dólares a los bancos, lo cual le permitió cancelar el 15% de la deuda. Si bien las deudas bancarias fueron pesificadas, un porcentaje importante de los productores mantiene un pasivo financiero muy importante en relación a su rentabilidad, debido a las dificultades para pagar créditos en los últimos cuatro años de recesión. La deuda de los productores está concentrada en un 50% en el Banco Nación, 30% en el Bapro y un 13% en el Galicia. La mejor relación de ingresos luego de la devaluación permitió a los productores ir achicando ese pasivo, sobre todo en la región pampeana. El secretario de Agricultura, Haroldo Lebed, y el presidente del Nación, Horacio Pericoli, presentaron un plan de cancelación y reprogramación de deudas para productores ubicados e las categorías 3, 4 y 5. El programa tendrá un calendario de amortizaciones "similar a los ingresos de cada productor, teniendo en cuenta las particularidades de las economías regionales, y respetará los ciclos de los procesos productivos de cada uno de los clientes, atendiendo caso por caso", explicó Lebed. De todos modos, este plan llega en momentos en que el gobierno se comprometió ante el FMI a llevar adelante reformas al sistema financiero y especialmente al sector de la banca pública, avanzando en el ajuste de esas entidades. El campo tiene 12 millones de hectáreas hipotecadas.
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