El plantel de Central cambió de ruta en tierras uruguayas. Desde ayer al mediodía, los canallas sentaron su centro de operaciones en esa reliquia histórica llamada Colonia del Sacramento. Pero aunque el paisaje que gobierna la escenografía cautive todos los ojos de los visitantes, el motivo del anclaje del equipo de Russo por estos lados no es turístico, sino futbolístico. Desde hoy a las 22, Central debuta en el cuadrangular de la ciudad ante otro rival de estirpe como Nacional.
Si bien ya se escribió bastante sobre los errores que cometieron los rosarinos cuando les tocó bailar con Bengoechea y compañía, desde la arena de las conjeturas el compromiso de hoy en el Campus Municipal Alberto Supicci (quien dirigiera a la selección celeste en el Mundial del 30) no ofrece un panorama distanciado de las dificultades que tuvo el conjunto de Russo el jueves por la noche.
No por nada en la práctica de ayer en el complejo deportivo Juventud Unida el entrenador canalla se mostró ofuscado como nunca desde que se hizo cargo de la conducción de este plantel. Arrancó el entrenamiento lavándoles la cabeza con una charla que se extendió por espacio de 20 minutos y después cuando repartió las pecheras y ordenó los ejercicios tácticos no tuvo reparos en parar las acciones cuantas veces no lo satisfizo lo que estaba viendo.
Como era de esperar, los mayores retos del DT estuvieron destinados a la defensa. La falta de sincronización y la poca comunicación que muestran el Cata Díaz, Fassi y Talamonti a la hora de resolver algunas jugadas cuando lo atacan exaspera al entrenador hasta el punto de tornarlo irascible. Y se sabe, cuando la cara portada por el mandamás tiene eco en el seno del grupo, el ambiente de trabajo arroja rostros serios y economía de sonrisas.
Pese a ese cuadro de situación observado en la jornada de ayer, Russo no tocará el equipo para esta noche. Si la guía de repaso incluye las indicaciones impartidas ayer, los once de hoy serán Gaona; Talamonti, Díaz y Fassi; Ferrari, Daniel Quinteros, Papa y Gustavo Barros Schelotto; Messera; Delgado y Figueroa. Estos nombres cumplieron un buen rato con la rutina de pararse ante los suplentes y aguantar en varios pasajes de la sesión que el entrenador detuviera el juego para refrescar conceptos que en su inconsciente creía que ya estaban aprendidos.
Esta noche Nacional será una clase exigente para pasar al frente y dar la lección que el profesor Russo quiere y sueñan sus alumnos.
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La Ciudad
